Dos estrellas internacionales se enfrentaron sobre arcilla. Tenían cinta en la frente y muñequeras. Con sus raquetas hicieron viajar la pelota a cientos de kilómetros por hora.

Eran el español Feliciano López y el dominicano Víctor Estrella que se disputaban el ‘Quinde’, en el Ecuador Open Quito.        

Tras una intensa jornada de dos horas, Víctor Estrella Burgos venció a Feliciano López en la final por 6-2, 6-7(5) y 7-6 (5), en contra de cualquier pronóstico.

Este evento, que por primera vez se realizó en Ecuador, fue punto de partida para dar a conocer la raqueta local ante el mundo.

En la página oficial del ATP World Tour y en varias redes sociales se hicieron publicaciones sobre el torneo. Este evento sirvió como Tie Break o punto de quiebre para revivir la época gloriosa del tenis ecuatoriano. El ‘deporte blanco’ nacional se ha caracterizado por tener grandes triunfos y grandes personajes.

Han pasado cerca de 100 años desde que este deporte se instauró en el país. Sobre todo, por medio de los viajes a Francia. Con la moda del Roland Garros se fundó el Tenis Club y empezó el recuento de las glorias.

El primer gran campeón fue Pancho Segura. Le siguieron Miguel Olvera, Andrés Gómez y Nicolás Lapentti. Andrés Gómez, actual presidente del Tenis Club Guayaquil, hace referencia al papel de las escuelas.

Cuenta que “países como España, Francia y Argentina tienen una escuela de tenis formada y con una forma propia de jugar. Esto hace que el desarrollo de sus jugadores sea una constante. Sus tenistas casi siempre están al tope o cerca de él”.

Ecuador, por otra parte, depende de 1 o 2 jugadores que se desarrollan a base de esfuerzos personales y en algunos casos, con ayuda de los clubes. “En mis tiempos tuve pocas facilidades; los primeros años no hubo muchas oportunidades de viajar, después se me abrieron las puertas y las aproveché al máximo, acumulando triunfos. Fue cuando surgí, gracias al apoyo de la empresa privada extranjera”.

Gómez busca mezclar torneos nacionales con extranjeros para que sus jugadores adquieran el roce internacional necesario para escalar en este campo. Además, refuerza la idea de la disciplina tanto estudiantil como deportiva.    

“Para viajar tienen que ser buenos estudiantes, y los chicos deben adquirir un compromiso. En 10 años esta institución tiene arriba de 160 chicos becados en Estados Unidos, hoy en día ese estereotipo de deportista vago quedó atrás. El tenis universitario es un paso más en la creación de un deportista íntegro”.
Calidad de jugadores

José Pólit, excampeón interprovincial, ahora entrenador, recuerda su época inicial cuando jugaba con raquetas de madera. Antes de la aparición de las pelotas amarillas.  

El conocimiento sobre este deporte lo obtuvo de manera autodidacta, con la ayuda de su pequeño librito de tenis, como lo define.

A los 15 años de edad alcanzó su primer título de campeón. “Este deporte nunca ha tenido la atención requerida, por eso persisten los problemas. Es precioso, pero conlleva algunos componentes que obstaculizan nuestra llegada rápida hacia una talla internacional”.

El estancamiento del tenis es causado por múltiples factores: apoyo monetario, auspicio, cultura física, persistencia, interés y dedicación.

Este deporte en especial demanda un gasto monetario significativo, que abarca desde el costo de un entrenador, hasta los pasajes de avión para asistir a los torneos. “Un chico por año necesita de $ 200 mil a $ 300 mil en total, sin esto caminamos a la esquina, pero más allá de la frontera no destrozamos”, afirma.

El siguiente punto se refiere al auspicio que brindan los clubes y empresarios particulares a los jugadores; en eso concuerda Julián Barragán, excampeón interprovincial y sudamericano de tenis en el año 2000.  

“Para ejemplificar, en el fútbol, es diferente porque es colectivo y existe un apoyo de los clubes a nivel nacional, los seleccionan, los hacen surgir, incluso les dan la oportunidad de viajar con todo pagado”, dice.

Más disciplina    

Con Julián jugaban Roberto Quiroz y Gonzalo Escobar, quienes se perfilan ahora como posibles estrellas. “Gonzalo Escobar es un claro ejemplo de cómo el patrocinio ayuda a avanzar. Él se encuentra en la posición 400 del ranking, consiguió financiamiento, ganó y avanzó en rondas”.

Pólit asegura que la cultura de la educación física es imperante en todo deporte.

Un jugador debe tener disciplina de atleta, pero con las nuevas tecnologías se ha reducido el interés. “En algunas ocasiones los chicos empiezan a distraerse y no se dedican al deporte, todo el esfuerzo se convierte en un trabajo en vano.

Hay que buscar jugadores de bajo perfil que se dediquen al tenis y que estén convencidos de que este va a forjar su vida”.

Grandes figuras como Federer o Nadal recorrieron un largo camino hasta llegar a su posición actual, entonces ¿Jugarse a la segura o a la suerte? El interés, y el empeño con el que el jugador maneja su carrera son de suma importancia, ya que de acuerdo a Pólit, aquellos que se lanzan al tenis profesional caen ante la desesperación de no ver resultados pronto.

De acuerdo al analista Kenny Castro, están a la espera de una nueva estrella. “Vivimos un momento de transición. Lo mismo pasó antes de Andrés Gómez; luego vimos pasar varios años con malos resultados hasta que llegó Lapentti.

Después de su retirada no se ha establecido una figura al nivel de un Grand Slam, pero se sigue trabajando, y hay madera”. (F)