El Telégrafo
Ecuador / Sábado, 23 de Agosto de 2025

En Guayaquil, en la Zona Rosa, antes sector conocido por su aroma a cacao, hay un serie de esculturas, unas de personajes notables y otras que representan el trabajo de los guayaquileños.   

La turista Jeanes Freide asegura que estos monumentos sirven para conocer la historia de la ciudad y que verlos ahí plantados en las calles representa un gran atractivo.

“Me gustan mucho, pero los más impresionantes son los del niño betunero y el pequeño que vende periódicos. Ambas esculturas pueden representar a los niños trabajadores, pero también pueden ser la representación de niños que buscan ganarse la vida e incluso hasta que son explotados. Es decir, puede hacerse  doble interpretación”.

Estos monumentos deben ser cuidados por los ciudadanos para que permanezcan en buen estado, manifestó Freide.