El periodismo deportivo se hizo de forma empírica porque como profesión no existía en el pasado. Sin embargo, hoy se ha convertido en una carrera con gran demanda, mucho más porque permite la especialización exclusiva en el ámbito deportivo, lo que contribuye a la información más objetiva y con cobertura idónea.         

En Ecuador, esta profesión tiene algunos exponentes bien reconocidos y uno de ellos es Roberto Omar Machado. En 1996 fue testigo de la única medalla olímpica de oro que tiene Ecuador, gracias a la tenacidad de Jefferson Pérez.  

También realizó las coberturas de los mundiales de 1994, 1998, 2002, 2006 y 2014. Además acompañó a Andrés Gómez Santos en la Copa Davis y transmitió para radio y televisión la final de Francia 1998 en Saint Denis, una experiencia que atesora porque la vivió con su padre, Carlos Efraín Machado.

Hoy, con más de 40 años de experiencia en la profesión, hace un recuento de cada una de sus vivencias en la profesión y de los giros que esta ha tomado en la actualidad.

En todo ser humano siempre existe algo que motiva a elegir una profesión u oficio. En su caso, ¿por qué se decidió escoger esta carrera?

En mi caso fue por herencia. Desde muy pequeño acompañé a mi padre, Carlos Efraín Machado, siendo partícipe de las diferentes transmisiones que él hizo en Radio Tarqui (1968-1970); luego, en la Nueva Emisora Central. Entonces, crecí en ese ambiente de radio y de televisión, ya que también hacía un programa en el desaparecido Canal 6. Así empezó mi inclinación por esta maravillosa profesión que es el periodismo y, en particular, el deportivo.  

Como profesional, ¿qué filosofía de trabajo tiene para ejercer el periodismo?

Trabajar con sentido nacional en lo que se refiere al deporte, sin regionalismos, sin sectarismos, sin discriminar; solo buscando la objetividad, que es difícil alcanzar; pero intento lograrla con la experiencia de los años y la madurez; es decir, haciendo  un periodismo encuadrado en conceptos, normas y ética.

Si tuviera que elegir entre radio y televisión, ¿qué escogería?

La radio es maravillosa, la televisión también. Son dos medios espectaculares; sin embargo, la primera permite transmitir todo aquello que se siente porque el tiempo lo permite, un ejemplo de esto es Machdeportes, una radio que trata temas deportivos desde las 06:30 hasta las 22:00, algo que en televisión es, prácticamente, imposible, y aunque es un medio fabuloso y tiene una repercusión enorme el tiempo es su mayor enemigo. Aseguran que el tiempo es oro y lo que en radio puede decirse en 20 o 30 minutos en televisión lo tienes que hacer en 20 segundos.

Con toda la trayectoria que posee, ¿qué aprendizaje le ha dejado esta carrera durante los 40 años que lleva ejerciéndola?

Sobre todo ser consecuente con saber que esto es un aprendizaje del día a día, que se amanece con el mismo deseo del primero. Llevar 40 años en esta actividad y no desmayar nunca es entender que esta profesión es 90% de transpiración y 10% de inspiración y que uno no puede aflojar ni pensar que ya lo sabe todo porque definitivamente todos los días, todas las noches, todos los años, todos los meses, sirven para seguir aprendiendo.

En el ámbito deportivo, ¿considera que el fútbol ecuatoriano mejoró con las 3 participaciones en los mundiales?

Sí. Vemos, por ejemplo, los resultados que hoy tiene el fútbol ecuatoriano: 3 clasificatorias a campeonatos del mundo, 2 campeonatos mundiales juveniles. Si nos ceñimos exclusivamente a los resultados tenemos que decir que sí ha mejorado porque ha conseguido logros y éxitos. Pero, creo que siempre hubo capacidad y jugadores talentosos; lo que no hubo fue una dirigencia que supiera guiar los procesos con respeto.
Hay profesionalismo a nivel de la selección, es un orgullo, es una gran vitrina para quienes son convocados a la selección, antes era un desprestigio, no había ni la posibilidad de ganar fama ni popularidad y peor dinero.
Hoy se manejan cifras enormes y la selección es el gran escaparate, la gran vitrina donde muchos jugadores se muestran y se proyectan hacia el fútbol internacional.

¿Qué tipo de exigencias debe cumplir el periodismo deportivo con la nueva Ley de Comunicación?

Capacitarse, profesionalizarse. No hay ninguna diferencia entre el deportivo y el resto de secciones.
Hoy no hay vueltas porque quien quiere ejercer la profesión de periodista (sea en cualquier rama) tiene que profesionalizarse; sobre todo, tiene que estudiar, ir a la universidad, aunque yo considero que en ninguna universidad  enseñan a relatar ni a comentar; pero te otorgan técnicas para realizar un trabajo.
Bienvenido sea esto, aunque también es un llamado a la vocación y la pasión. Creo que a estas alturas ya están dadas las reglas del juego y no hay otra opinión. Hay que estudiar, hay que ir a la universidad y graduarse.       

Antes los grandes relatores o comentaristas no pasaban por la academia y aprendieron de ese empirismo que mucha gente ve de una manera soslayada, por arriba del hombro, pero hay varios nombres de periodistas que engrandecieron esta profesión sin haber estudiado. Hay que recordar que el periodismo, como todas las actividades, se hace con la práctica, con el aprendizaje diario.

Muchos jóvenes quieren saber cómo se forma o educa un buen periodista deportivo...

El arquitecto que quiere ser bueno va mas allá de lo que le enseñan en el aula, el abogado también; esto es vocación, esto es pasión, esto es entrega, es ganas, es deseo, es quererse, es superarse y, como dije, en todas las profesiones y, sobre todo en el periodismo, el 90% es transpiración y el 10% inspiración.

Conociendo la carrera como ya la conoce, ¿volvería a escoger esta profesión?
Indudablemente, soy feliz. No me pesan los  más de 40 años que tengo haciendo lo que me gusta y, créame, cada día cuando me levanto y Dios me bendice con un nuevo día llego con la misma ilusión de hace 40 años al micrófono para tratar los temas del deporte, con la pasión y responsabilidad de siempre.

¿Considera que en los medios de comunicación se le proporciona al deporte el espacios suficiente?
En la radio sí. Yo soy un periodista deportivo y damos entre 16 y 17 horas diarias de deportes. En la televisión los campos se reducen porque se responde a otros intereses; en el caso del canal donde trabajo se me contrata para ser presentador de noticias deportivas en el informativo.
Allí tengo un espacio de 8 a 10 minutos y en ese lapso tengo que cumplir mi labor. A mí  me encantaría que fuera un programa diario de una hora para abarcar los temas del deporte con mayor amplitud, pero me debo sujetar a los lineamentos e intereses de la empresa.