Estar en contra de matar animales, ser alérgico a la lactosa y sus derivados o simplemente querer tener una vida más saludable, son algunos de los motivos que han llevado a muchas personas a cambiar sus hábitos alimenticios y convertirse en vegetarianos.  

Gonzalo Calderón dice que se siente con más energía y más sano que antes, gracias a su nuevo régimen de comida. Fue demasiado complicado adaptarse al vegetarianismo, indica, pero decidió hacerlo porque está en contra de la matanza de los animales. Además cree que puede vivir sano sin comer carne.

Cada día más restaurantes apuestan por este estilo de vida, con una gran variedad de platos y combinaciones. Todo para demostrarque la alimentación vegetariana no es monótona.

En Guayaquil hay algunos locales vegetarianos. El local Mr. Wang Ho es uno de ellos, ubicado en Urdesa. Tomas Wang, quien es vegetariano de nacimiento y administrador del lugar recalca que en el menú hay muchas opciones, como suflé de verduras, caldo de bolas vegetariano, ensaladas, pasteles de choclo o zanahoria, hamburguesas de soya, fideos y legumbres salteados en una salsa especial. También ofertan carne de soya en su negocio.

“Las personas tienen la idea de que la comida vegetariana sabe mal y no tiene sabor, acá la gente se da cuenta que no es así, el sabor es diferente, muy rico.” Menciona Yuch Eng, administrador del restaurante vegetariano Fénix, ubicado en la Av. Quito y Luis Urdaneta, su local tiene aproximadamente 18 años.

La idea de crearlo surgió porque él y su familia son vegetarianos y quisieron compartirlo con la comunidad. Yuch Eng recalca que el negocio ha mejorado. En sus inicios se vendían 30 almuerzos al día; ahora se venden más de 100 platos. También aumentó la venta de carne de soya y postres integrales con base de soya.

Cecilia Jiménez, administradora de Amaranto, restaurante vegetariano ubicado en Urdesa Central, asegura que la demanda de este tipo de comida en su local ha aumentado. “Creo que el incremento de las ventas se debe  a que son  alimentos más saludables para el consumo.

La nutricionista Rommy Alcívar explica que con la asesoría necesaria este tipo de alimentación no tiene ningún riesgo. Sin embargo, algunas veces la falta de visitas a especialistas por parte de vegetarianos, hace que sufran desnutrición, pues no saben con exactitud cuáles son los alimentos que pueden consumir para cubrir los nutrientes que el cuerpo necesita. “Hay que mantener una dieta equilibrada, consumir frejoles, lentejas, vegetales y frutos secos”, indica la especialista.

Karen Yong es vegetariana hace 2 años, por respeto y amor a los animales dejó de comer carne.

Desde entonces ha tenido cambios positivos en su vida, ya que se siente bien consigo misma y saludable. Ella es ovo-lacteovegetariana, es decir, consume huevos y derivados de la leche, optó por este tipo de vegetarianismo porque es más sencillo acoplarlo a la vida cotidiana.

“Considero que es posible vivir bien y alimentarse bien sin la necesidad de terminar con la vida de otro ser vivo. Además estoy en contra de cualquier manifestación de violencia animal”, asegura Ana Mogollón, de 20 años, quien es vegetariana desde el año pasado.

Desde que ella optó por este estilo de vida dice que su salud ha mejorado, sobre todo su sistema digestivo. Indica que los productos cárnicos, debido a su procedencia industrial, contienen grandes cantidades de químicos y hormonas, algo perjudicial para los seres humanos. Dentro de su dieta, Mogollón no consume ningún tipo de carnes, ni huevos, ni leches, ni derivados.

Ella ha notado que en los últimos años, debido al crecimiento porcentual de personas vegetarianas, se han incrementado también la oferta de estos productos. En la actualidad es posible encontrar secciones en los supermercados que ofertan productos nuevos para este tipo de alimentación que de paso es muy sana. (I)