Todas las mañanas, desde las 06:00, en la calle 25 de Julio, en la entrada del Guasmo Sur, al pie del mercado Las Esclusas, Amado Palacios, de 67 años, enciende la pequeña hornilla y en una olla de aluminio cocina los huevos de codorniz. Los hierve por 5 minutos les saca las cáscaras y los coloca en un recipiente de plástico.

Las hermanas  Clara y  Shirley, dueñas de un local de víveres en el mercado, son las primeras en comprar doce huevos cada una. El valor unitario es de 10 centavos y doce por un dólar.

‘Amadito’, como es conocido en el mercado, coloca los huevos dentro de una funda plástica amarilla, les agrega sal, pimienta y les pone un palillo de dientes.

“Son ricos, y saludables, es igual al huevo de gallina, nosotras trabajamos aquí y siempre venimos a comprar para el desayuno de los niños”, dijeron las hermanas.

“Los huevos de codorniz saben  igual que los de gallina, solo que son más pequeños.  Por sus nutrientes, son buenos para el cerebro y la anemia”, manifestó  Palacios.

A las 11:40 Amado se traslada con su carrito a la escuela Ciudad de Azogues, ubicada a seis cuadras  del mercado Las Esclusas. Al llegar, los niños muy emocionados les piden a sus madres que les compren el producto.

Palacios trabaja de  lunes a domingo, de 06:00 a 11:40 en el mercado; afuera de la escuela, de 12:00 a 14:00 de lunes a viernes.

Dice que vende 500 huevos diarios y obtiene entre 15 y 20 dólares de ganancia cada día.

Amado vive en la Cooperativa Derecho de los Pobres, en el Guasmo Sur, junto a su esposa Emma Pizza, de 64 años, con quien tiene 14 hijos.

Debido a su edad  y problemas de salud, como 2 hernias discales, no puede realizar trabajos de esfuerzo físico y se dedicó al negocio. (I)

Son una fuente de alimentación para los niños

La nutricionista  Jéssica Orellana Díaz, propietaria de NutriSalud, ubicada en Kennedy Norte, asegura que los huevos de codorniz tienen las mismas propiedades que los de gallina. Son buenos para la nutrición.

“El de gallina tiene 12,5 gramos de proteínas y el de codorniz 13,6 gramos. Ambos tienen colesterol y ácidos grasos saturados. Al contener más proteínas se espera mayor respuesta, por eso lo comen niños y ancianos”. (I)