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Un esmeraldeño que no olvida sus raíces

Pedro Alfredo Ortiz Angulo, guardameta ecuatoriano, campeón 2019 con Delfín.
Pedro Alfredo Ortiz Angulo, guardameta ecuatoriano, campeón 2019 con Delfín.
Foto: César Muñoz / et
22 de diciembre de 2019 - 00:00 - Redacción Fanático

Pedro Ortiz fue la figura de Delfín en la final del torneo de la LigaPro ante Liga de Quito. El golero esmeraldeño atajó tres penales y permitió que el club “cetáceo” consiga su primer título nacional.

Esa actuación, sumada a su trabajo durante el torneo, le otorgaron la distinción de Mejor Jugador de las finales por parte de la LigaPro.

Para el técnico ecuatoriano Paúl Alarcón, Ortiz maduró de forma acelerada en los últimos cuatro años -tiempo que ha militado en el Delfín- y se convirtió en uno de los mejores arqueros del país.

“Tiene mucho techo. Debe consolidarse en su club o al equipo que vaya y se convierta en un hombre importante en la selección.

Deberá mejorar en su seguridad y en el juego con los pies, que es un mal en el país”.

El arquero campeón de la LigaPro recibió una oferta de Emelec. Según dijo el mismo Ortiz, los equipos ya llegaron a un acuerdo y solo falta que él y su equipo de trabajo tomen la decisión.

Incluso durante la gala de premiación de la LigaPro se lo observó conversando abiertamente con el presidente de Emelec, Nassib Neme.

De concretarse su llegada al elenco “millonario” para la temporada 2020 sería el tercer equipo que defenderá Ortiz en su carrera profesional, desde 2008.

Según el Transfermarkt, sitio especializado en fichajes de futbolistas, los derechos deportivos de Ortiz están valorados en $ 1’000.000.

Esmeraldeño de cepa

Ortiz nació el 19 de febrero de 1990 en Esmeraldas. Pasó parte de su niñez y juventud en el sector La Florida de su ciudad natal. En ese lugar realizó sus primeras atajadas en los interminables partidos del barrio y en los campeonatos amateurs.

El apego de Ortiz por su ciudad y barrio es tan fuerte que confesó que cuando deje el profesionalismo regresará a radicarse a Esmeraldas, donde está parte de su familia y sus amistades.

Se considera un esmeraldeño de cepa. Prefiere pasar con su familia en vez de salir a discotecas. En su casa pasa viendo televisión y escuchando salsa, género musical del cual se siente atraído.

Conocido por sus amigos como el “Candado” inició su carrera profesional atajando en el Deportivo Azogues, club al que llegó en 2008, con apenas 18 años. Antes pasó por varios equipos amateurs, especialmente en su ciudad.

En el equipo “guacamayo” fue dirigido por el argentino Diego Alarcón, quien en su momento lo describió como uno de los mejores arqueros del país. Esa distinción, por parte del estratega permitió que Ortiz sea fichado por el conjunto “cetáceo” en 2016, con 26 años de edad.

Su permanencia en el club de Azogues tuvo momentos difíciles, según relató Ortiz años después. “Estuve ocho años en un equipo de la serie B donde a veces se pagaba y otra veces no”.

A su llegada a Delfín, Ortiz formó parte de la plantilla sub-19 -como uno de los pasados que permitía el reglamento-. Su técnico en esa categoría fue el manabita Nexar Zambrano, quien lo describió como un arquerazo.

Para Zambrano, el nuevo golero “cetáceo” tenía todas las condiciones para escalar rápidamente y adueñarse de la titularidad. “Es de reacción felina y seguro de manos”.

Esas condiciones fueron observadas por el entonces DT de Delfín, Fabián Bustos quien lo llamó para que forme parte del primer equipo como tercer arquero. Una situación a la que Ortiz llamó “bendición”.

Bustos lo hizo debutar en un partido de la serie A cuando se enfrentaron a la Universidad Católica. Ese juego terminó igualado 0-0 y fue el último del entrenador en esa primera fase como DT de Delfín (2016).

Debutar en un equipo de la serie A fue para Ortiz el cumplimiento de un primer objetivo en el fútbol. Parte de ese éxito -confiesa el golero- fue haberse rodeado de profesionales que pudieron corregir sus errores.

“Dios. Él me ha puesto en el camino adecuado y me ha puesto cerca de gente que sabe de la materia”.

En ese sentido, Ortiz dice que logró tener a los mejores maestros en sus inicios, como Jacinto Espinoza, Robin Pico y Rolando Ramírez.

“Tuve buenos arqueros que me enseñaron y por ellos estoy ahora donde estoy”.
En una nota publicada por el portal ClaroSports, Ortiz confesó que la figura de José Francisco Cevallos lo inspiró a ser arquero profesional.

Uno de los mejores años como profesional -separando el título de 2019- fue en 2017. Esa temporada Delfín disputó la final del torneo nacional con Emelec pero la perdió.

Los “cetáceos” terminaron primeros en la tabla general y tuvieron el arco menos vencido con apenas 34 goles en 44 encuentros, siendo Ortiz uno de los responsables.

En 2018 el conjunto de Manta no llegó a la final pero siguió siendo protagonista del torneo y Ortiz se adueñó del arco como titular.

Sus buenas actuaciones lo llevaron a formar parte de la selección nacional de mayores en varias ocasiones. Pero fue el 6 de septiembre de este año cuando debutó con la “Tri” y lo hizo en la victoria (1-0) ante Perú.

Bustos lo iba a cambiar

Luego de atajar los penales a Liga de Quito y obtener su primer título de campeón, Ortiz recordó que durante el año no le fue bien tapando tiros desde los 11 pasos, es más él mismo -entre risas-dice que “no paró ni uno”.

Por esa razón, su técnico, Fabián Bustos había pensado que de ser el caso de llegar a los penales, lo cambiaría por Denis Corozo, arquero suplente de Delfín, que en los entrenamientos tapaba más penales que Ortiz.

Pero el árbitro de la final no adicionó los minutos que esperaban -solo dio uno- y Bustos no logró sustituirlo.
“Pedro sabía que iba a ser cambiado, lo hablamos durante la semana y aquí todos siempre queremos lo mejor para el equipo, pero no hubo tiempo y le tocó atajar y lo hizo bárbaro”.

Al final Ortiz se convirtió en figura de su equipo tras atajar tres penales: a Antonio Valencia, José Ayoví y Cristian Martínez.
Durante la temporada 2019 Ortiz actuó en 30 partidos de la LigaPro (2.700 minutos), recibió 33 goles y sacó su arco en cero en nueve ocasiones. (I) 

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