Independiente del Valle tuvo que alargar sus líneas ante el sistema táctico que aplicó el DT del Atlético Nacional, Reinaldo Rueda, la noche del miércoles en Quito. Así lo explicaron los técnicos Luis Soler y Homero Mistral Valencia.

Los dos centrales no pudieron adelantarse -jugaron casi al borde del área- debido a la presión que ejercieron los atacantes rivales; los cuatro volantes no tuvieron el balón en sus pies y se desgastaron físicamente buscándolo; los delanteros, por su parte, se quedaron adelantados y solos, sin ser habilitados. Eso provocó que el equipo dirigido por Pablo Repetto deje espacios entre zaga, volantes y ataque.

El mismo Repetto reconoció que  el elenco de Rueda no atacó como él pensó y planificó. Además, observó que sus dirigidos no tuvieron un buen primer tiempo. “No atacaban con mucha gente y se defendieron bien (...) se preocuparon más de lo nuestro, que de lo de ellos y eso marca que nos respetan”.

Luis Soler, estratega argentino radicado en Ecuador, puntualiza que los del Valle tuvieron un encuentro aceptable hasta que llegó el tanto de Atlético Nacional (38’). “La defensa estuvo sólida y ordenada (...) Pero la línea de cuatro estaba demasiado preocupada de los tres delanteros que tenían y no salían tanto, por lo que se hizo un equipo muy largo”. El exDT de Deportivo Cuenca, Barcelona y Universidad Católica destaca el trabajo de Arturo Mina y Luis Caicedo por el centro de la zaga, aunque muy retrasados, a diferencia de otros encuentros que salían para acompañar a los volantes.

“Mina tuvo un par de mano a manos complicados y salió bien”. Mientras que los dos laterales: Cristian Núñez y Emiliano Tellechea  tuvieron algunos problemas para acompañar en el ataque. Según el técnico argentino, no contaron con los espacios para proyectarse, pero en las labores defensivas sí fueron ordenados y aplicados, a tal punto que no permitieron que lleguen los volantes rivales. En todo el partido, los colombianos dispararon seis veces al arco y anotaron un gol.

Salvador Capitano, exestratega de Emelec y Barcelona, considera que el título de Copa Libertadores se lo llevará el equipo que mejor se aplique en el funcionamiento defensivo pues “ofensivamente los dos tienen poder para hacer daño”.

El técnico ecuatoriano Homero Mistral Valencia explica que el trabajo de los volantes del Independiente se vio opacado “por esa distancia que había entre líneas” y por el buen trato del balón que tuvieron los colombianos.

Según el estratega nacional, el juego de los volantes externos del Atlético condicionó el trabajo de los volantes Jefferson Orejuela y Mario Rizotto. “Yo creo que hubo una confusión en el planteamiento, el equipo se alargó demasiado, de esa manera sufren mucho los volantes de primera línea”.

Mistral Valencia explica que el volante creativo Junior Sornoza se desgastó intentando recuperar el balón para tenerlo en sus pies, pero se equivocó mucho. De los 47 pases que realizó, 12 fueron incorrectos. En el caso de Julio Angulo y Bryan Cabezas, no contaron con espacios para proyectarse y acompañar al ataque, debido al tipo de marca que le aplicó el elenco de Rueda.

Ambos técnicos (Soler y Mistral Valencia) concuerdan que los atacantes del Independiente estuvieron muy marcados por la defensa rival, tanto así que el gol de la igualdad llegó a través de uno de los defensas, Arturo Mina. El equipo de Sangolquí remató solo ocho veces al arco, cuatro salieron desviados, tres controló el portero y uno ingresó.

Armando Osma, DT colombiano, cree que a Independiente le faltó  determinación para buscar el partido desde el inicio y hacer sentir la presión y la altitud a su rival, situación que aprovechó Atlético Nacional para manejar bien el partido.

El ‘Piripi’ Osma señala que en el primer tiempo Atlético Nacional planteó un juego en zona intermedia, dejando la iniciativa al local sin generar opciones claras de gol. “Moreno y Berrío hacían un trabajo táctico eficaz en defensa, recuperaron balones en su campo y controlaban la salida de los laterales de IDV que no tuvieron profundidad”.

Para Osma, la charla de Repetto en el entretiempo fue clave para cambiar la determinación del equipo y conseguir la igualdad. (I)

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No todos lo apoyan en Colombia

El equipo verde recibe elogios y cuestionamientos

Un sabor agridulce quedó en el ambiente futbolístico en Colombia, luego de que el Atlético Nacional se dejara empatar de Independiente del Valle. Ese gol de Arturo Mina sobre los 87 minutos causó malestar entre los aficionados colombianos, que en calles, bares y centros de diversión se habían reunido para celebrar una posible victoria.

“Yo no sé qué pasa, pero no estoy de acuerdo con eso de estar celebrando por anticipado, algo que no se ha ganado. Ese sentimiento no va conmigo, ya que la gente se contagia de que ya todo está ganado y luego la decepción es mayor”, apunto el periodista Efraín Murcia, que de deportes sabe muy poco pero es aficionado al Nacional.

Ese sentimiento fue el de todos los nacionalistas. En Colombia, uno de los planteles que es ‘odiado’ por los hinchas de otros equipos es precisamente el Atlético Nacional. Su historia, la rivalidad con los nacidos en Antioquia, llamados ‘paisas’, se ha acrecentado en los últimos años y por eso no se puede decir que todos los colombianos querían que ganara Nacional.

Con el eslogan de que Nacional es Colombia en la Copa América, los canales de televisión han ido publicitando esta final, pero esa frase no es compartida por muchos aficionados. Por ejemplo, el diseñador gráfico, Óscar Martínez, seguidor de los Millonarios, de Bogotá, dice que “a mí Nacional no me representa, soy colombiano pero para nada acepto eso. Ojalá pierda porque ese equipo no es de mis afectos”.

Ayer, los expertos en fútbol y comentaristas hacían varias reflexiones sobre lo que sucedió en Quito. Varios factores influyeron para que Nacional trajera un empate de Quito, que le permite seguir pensando que el título de la Copa Libertadores y la clasificación al Mundial de Clubes son posibles. Lo primero fue la determinación de viajar un día antes para contrarrestar los efectos de la altura.

Una buena decisión del técnico Reinaldo Rueda que permitió al equipo tener el oxígeno suficiente para correr todo el partido. Asimismo, la decisión de iniciar con Orlando Berrío se justificó con la anotación del cartagenero. Además, repetir también con Macnelly Torres en nómina fue importante, aunque muchos esperaban a Alejandro Guerra desde el inicio, el volante barranquillero subió su nivel y se volvió a ganar un lugar.

Decidirse por Diego Arias para reemplazar a Álex Mejía fue un acierto, porque Elkin Blanco es un hombre neto de marca y no es tan dúctil con el balón como Arias, por lo que Nacional tuvo mayor posesión.

Abrir la cancha con Marlos Moreno y Berrío, pero con labores de marca les permitió mayor seguridad a los laterales. Tanto Bocanegra como Farid Díaz se sintieron respaldados.

En Colombia ahora saben que si Nacional quiere ganar la Copa por segunda vez, deberá hacer un esfuerzo adicional. Ya sabe que Independiente del Valle no come cuento de la camiseta, y que puede dejar a los verdolagas sin la sopa y sin el seco. (I)