El 2015 quedará marcado en la historia del fútbol femenino de Ecuador por la clasificación al Mundial de Canadá, a pesar del escaso respaldo y el poco desarrollo que ha tenido en el país. El debut mundialista de la ‘Tri’ representó el premio mayor para las futbolistas, que en los inicios de sus carreras tuvieron que entrenarse entre hombres y vencer los estereotipos de género.       

El torneo doméstico apenas tenía 3 años de actividad, era prácticamente amateur porque ninguna jugadora podía dedicarse íntegramente a jugar fútbol. Ellas debían laborar en otras áreas para sobrevivir y el fútbol era algo alternativo, que lo hacían más por gusto al deporte.

En medio de todo eso el equipo femenino se clasificó al Mundial a finales de 2014, luego de superar en la fase de repechaje a Trinidad y Tobago, y encaró el 2015 con gran entusiasmo por la aparición de nuevos retos.  

La preparación fue intensa, con varias concentraciones en la Casa de la Selección para definir la nómina final. La entrenadora guayaquileña Vanessa Aráuz convocó a diversas jugadoras del balompié nacional para determinar la lista final de 23 convocadas.  

La experiencia de ir a Canadá y disputar el primer Mundial en la historia del fútbol femenino local, era lo más importante para el equipo. Sin embargo, no iban a dejar de competir a cabalidad frente a selecciones más experimentadas o con procesos más extensos.        

La suerte determinó que Ecuador caiga en el grupo C del Mundial, junto a Japón, campeona del mundo en Alemania 2011, Camerún y Suiza. El debut contra Camerún, el 8 de junio, marcó un hito histórico en el balompié nacional, a pesar de la goleada 6-0 en Vancouver.    

En ese partido, además, se concretó un Record Guinness para Ecuador. Aráuz, con 26 años y 123 días, se convirtió en la entrenadora más joven en dirigir en una Copa del Mundo, tanto en varones como en mujeres. De esa forma, la DT porteña rompió un récord establecido en 1930, cuando el argentino Juan José Tramutola (27 años y 267 días) dirigió a la selección de su país en el primer Mundial de la historia.   

“Lo del récord le da un valor agregado a mi carrera; pero, sobre todo, es otro aporte para la credibilidad del fútbol femenino en Ecuador. Generalmente se lo asocia con una actividad sin futuro para las mujeres, y lo que estamos haciendo ha cambiado un poco esa visión”, dijo Aráuz en una entrevista reciente con la FIFA.

Ese no fue el único logro individual del equipo nacional en Canadá, pues en el segundo juego, contra Suiza el 12 de junio, la Tricolor femenina anotó su primer y único gol, hasta el momento, en un Mundial.   

La goleada recibida, 10-1 contra las europeas fue un golpe duro de asumir para las seleccionadas. Sin embargo, el tanto de la lateral izquierda Angie Ponce, desde el punto penalti, significó un gran logro entre las dificultades que tuvo que superar el fútbol femenino.

Mientras que en el último duelo, contra la campeona del mundo en ese momento, el partido fue más cerrado. Tal vez las japonesas jugaron más relajadas, pues su clasificación a los octavos de final estaba asegurada, pues ganaron 1-0 con gol en el primer tiempo de Yuki Ogimi.

De esa forma, el equipo femenino se despidió de la cita mundialista sin lograr puntos, pero con una grata experiencia de por primera vez representar al país en una cita de esas proporciones.  

La revancha llegó pronto para la selección femenina, que participó en los Juegos Panamericanos de Toronto. Ecuador cayó en el grupo B junto a Brasil, Canadá y Costa Rica. Perdió 5-2 contra las locales, 7-1 frente a las brasileñas y el único encuentro que ganó fue 2-0 al combinado centroamericano.

Para Aráuz, el aprendizaje servirá para asumir el nuevo reto mundialista, camino a Francia 2019. Ella fue ratificada por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) para el nuevo ciclo mundialista, en el que, con ese bagaje, espera clasificarse de forma directa, sin tener que recurrir al partido de repechaje.  

Muchas jugadoras de la nómina que estuvieron en Canadá 2015 no podrán repetir por su edad. Varias de ellas pensarán en el retiro en este lapso, pero lucharán por ser un aporte para las futbolistas que vienen detrás. La competencia interna será vital para lograr un nivel más elevado y esperan que en los siguientes años se incremente el apoyo, para de esa forma mejorar el fútbol femenino en Ecuador y llevar una representación más competitiva a los torneos regionales y al Mundial. (I)