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Empresas ecuatorianas evalúan la felicidad organizacional como estrategia de gestión
En el entorno empresarial ecuatoriano, la discusión sobre el bienestar en el trabajo ha cobrado relevancia en medio de desafíos como la rotación de personal y el agotamiento emocional posterior a la pandemia. En ese contexto, el Dr. Diego Apolo Buenaño, docente e investigador en gestión humana de BIU University Miami, expone la necesidad de considerar la felicidad organizacional como un componente de gestión.
“El bienestar ya no es solo un beneficio: es un pilar del éxito empresarial”, señala el Dr. Apolo. Según su análisis, el compromiso, la reputación y los resultados se ven influenciados por la forma en que las empresas abordan el bienestar de sus colaboradores.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el 64% de los trabajadores en Ecuador no se sienten comprometidos con su labor. Frente a este panorama, Apolo plantea políticas orientadas al reconocimiento, la comunicación empática y el liderazgo emocional como mecanismos para revertir esta tendencia.
Entre las prácticas identificadas por el experto en organizaciones que trabajan en bienestar laboral se encuentran la flexibilidad horaria, la autonomía operativa, la formación emocional de líderes intermedios y una comunicación interna coherente. Además, resalta la importancia de trazar rutas de crecimiento profesional alineadas con las aspiraciones de los empleados.
El Dr. Apolo indica que estas medidas no requieren grandes presupuestos, pero sí decisiones estratégicas por parte de la alta dirección. También menciona que el bienestar organizacional puede medirse y tener un impacto en indicadores económicos.
En esa línea, diversos estudios internacionales han establecido relaciones entre el bienestar laboral y la productividad. Un informe de Harvard Business Review señala que los empleados con altos niveles de bienestar registran un aumento del 31% en productividad y del 37% en ventas. Gallup, por su parte, reporta reducciones del 81% en ausentismo y mejoras del 64% en la calidad del trabajo en entornos con alto compromiso emocional.
Además, el “Work Wellbeing Score” —desarrollado por Indeed y la Universidad de Oxford— muestra que las empresas que priorizan el bienestar superan en rendimiento a los principales índices bursátiles como el S&P 500 y el Nasdaq.
Según Apolo, el liderazgo en las organizaciones del siglo XXI requiere habilidades como la empatía, la escucha activa y la toma de decisiones conscientes. Estas competencias forman parte de los programas académicos que promueve BIU University, con énfasis en el diseño organizacional centrado en las personas.
Para evaluar el impacto de estas estrategias, el Dr. Apolo propone una matriz de indicadores que considera tres niveles: identidad institucional, imagen percibida y reputación corporativa. Con estos datos, las organizaciones pueden vincular el bienestar con su desempeño operativo y financiero.