Es de aquellos futbolistas a los que les gusta bromear con sus compañeros. Lo hace a menudo fuera de los entrenamientos, pero cuando está en la cancha impone su temperamento, seriedad y carácter. Generalmente es de los últimos en retirarse  a su domicilio. Antes de hacerlo suele quedarse unos minutos más para ensayar tiros libres sobre una barrera metálica.

Todos le  dicen “Tío” sin ser sus sobrinos. ¿Por qué? Según el mito urbano, en 1993 uno de sus tíos paternos lo llevó a probarse al Aucas. Su juego gustó y se quedó. Cuando el entrenador de turno y sus compañeros le preguntaron cómo había llegado al equipo, él respondió: “mi tío me trajo”. Desde ese momento se quedó con ese apelativo. 

De Jesús, quien jugó  en Barcelona entre el 2008 y el 2010, no ha sido el titular fijo en la zaga oriental. Pese  a eso  siente la misma ansiedad que el resto de sus compañeros, previo a la final de mañana (12:00) ante el Pilahuín Tío (Imbabura) en el estadio de Chillogallo (sur de Quito).

No sabe si el técnico Julio “Turco” Asad lo alineará  en el equipo titular, pero asegura que cuenta con la experiencia necesaria para esta clase de partidos. Durante su carrera ha jugado 436 partidos oficiales. En Sociedad Deportiva  Aucas fue titular durante una década; posteriormente se integró a El Nacional por tres temporadas y luego dio el salto a Barcelona. Su contratación fue un pedido exclusivo del técnico Ever Hugo Almeida. 

Según Asad, De Jesús ha sido un ejemplo de “constancia y profesionalismo” para los jugadores jóvenes del club. Durante las concentraciones, contó el DT, suele  compartir sus anécdotas con sus compañeros. A Gustavo Figueroa le impactó lo que el “Tío” y su familia experimentaron en Guayaquil, en el 2009, cuando su esposa Mayra Borja se encontraba en un taxi con sus hijas Nathaly y Stephany.

En el trayecto desde la ciudadela Los Ceibos hasta un centro comercial del norte de Guayaquil, el taxista le preguntó si era esposa de algún jugador. Ella le respondió que su esposo era  Omar De Jesús, titular en ese entonces del equipo canario. Al escuchar aquello, el conductor empezó a increparla y a cuestionar a su esposo y al resto del equipo que en ese momento estaba a punto de perder la categoría.   

Pero De Jesús recuerda -y comparte- también momentos gratificantes en su carrera. Recuerda que cuando jugaba en El Nacional, en un partido frente al Deportivo Quito anotó casi desde media cancha en el arco defendido por Daniel Viteri (2007) y le dio el triunfo a su equipo.

Otro gol que guarda en su memoria es el que hizo con Aucas en el arco sur del estadio de Chillogallo, frente a Liga Deportiva Universitaria. “Fue una bola que me quedó alta y le pegué de chilena, el balón topó en el horizontal, yo mismo fui a cabecear e hice el gol”.

Con 36 años a cuestas es el segundo jugador más veterano del plantel oriental. Wellintong Sánchez es el primero, con 38 años. Paradójicamente su hermano Lenín juega en el Pilahuín. Con él apostará una parrillada para  toda la familia e invitados. Según Omar, Lenín todavía no le paga una  apuesta que hicieron semanas atrás cuando Aucas venció a los ibarreños en Quito. “Le dije que si no me pagaba primero no habrá más apuestas”, advirtió, jocoso.

Una final con “casa llena” en Santa Rita

Alrededor de quince mil boletos se encontraban vendidos en la preventa, dándose por descontado que el estadio presentará un lleno total con 18.430 espectadores en los graderíos para mirar el partido entre Sociedad Deportiva Aucas frente a su similar de Pilahuin Tío, en el desenlace del Grupo 1 de los hexagonales de ascenso de la Segunda Categoría, por llevarse a efecto mañana en el estadio del barrio Santa Rita (parroquia Chillogallo). 

Entre los espectadores de esta final se contará con un millar y medio de seguidores del club otavaleño presentes en  el sector de general sur occidental, para alentar a su equipo. Los ibarreños necesitan ganar este partido para subir de categoría y jugar el próximo año en la serie “B”.