Un cabezazo de Aleksandr Kerzhakov en el 86, a pase del brasileño Hulk, derribó la resistencia del Oporto, que jugó 84 minutos con un jugador menos, y colocó al Zenit segundo del grupo G de la Liga de Campeones con cuatro puntos, a cinco del líder Atlético de Madrid.

La tempranera expulsión por doble amarilla del mexicano Héctor Herrera condicionó extraordinariamente al Oporto, que aguantó con tenacidad hasta los minutos finales apoyado en su portero brasileño Hélton y que aún dispuso de dos francas oportunidades con sendos remates al larguero.

En su debut en la galería del fútbol europeo, Herrera tropezó con el torbellino Hulk, que no tuvo piedad de sus antiguos compañeros en su primera visita al estadio Do Dragao como rival.

Un córner cerrado botado por el lateral brasileño Danilo originó un contragolpe ideal para la potente arrancada de Hulk. La estrella del Zenit arrinconó varios metros a los defensores locales hasta que Herrera tuvo que meter la pierna al borde de área.

Tagliavento le amonestó con una amarilla. Era el minuto cinco. La falta, ejecutada por el brasileño con nombre de superhombre, la volvió a cortar el joven Herrera, que se adelantó a sus colegas de barrera.

El árbitro italiano vio la incidencia motivo de una nueva amarilla y el mexicano, que había comenzado la temporada en el filial del Oporto, se encaminó a los vestuarios en el minuto 6.

El Oporto se encontró entonces ante un inmenso océano ante el que remar frente a un rival ruso de alma italiana.

Aparte del demoledor Hulk, el luso-venezolano Danny o los rusos Andrey Arshavin y Roman Shirokov dan pimienta al ataque del Zenit, cuyo medio del campo estuvo dirigido por el internacional ruso Viktor Fayzulin.

Pero el gol no llegó sino hasta cuando hacían falta cinco minutos del final. Kerzhakov, tras pase de Hulk, dio la victoria al Zenit con un cabezazo.