El brasileño Neymar debutó en el clásico del fútbol español con un gol de “quilates” y una oportuna asistencia al chileno Alexis Sánchez que le permitieron al FC Barcelona vencer ayer 2-1 al Real Madrid en el estadio Camp Nou.

El Barça, vigente campeón, manda en la Liga con 28 puntos, por sobre los 22 del Madrid y 24 del Atlético de Madrid que juega hoy ante el Betis, gracias a la actuación de Neymar, quien marcó a los 19 minutos el primer tanto “azulgrana”.

Sánchez, que ingresó a los 69 minutos, se benefició de un pase del brasileño para finiquitar el partido con un golazo a los 78, que hizo inútil el descuento de Jesé Rodríguez en los minutos de adición.

La ventaja de seis puntos permite al Barça afrontar con mayor tranquilidad la semana entrante, que le depara partidos de liga contra el Celta de Vigo el martes y el Espanyol el viernes por el clásico ciudadano.

Sin Messi en plenitud de forma, el Barça se acogió a los desbordes de Neymar. Ante la falta de clarividencia ofensiva, los “azulgrana” optaron por el fútbol práctico.

Martino colocó a Cesc Fábregas como falso nueve y le añadió el talento a Busquets, Xavi e Iniesta. Esta variante ofensiva tuvo la máxima expresión en la final del Mundial de Clubes cuando el Barça era dirigido por Pep Guardiola. Ancelotti, por su parte, sorprendió a los seguidores madridistas con la alineación de tres centrales: Pepe, Varane y Sergio Ramos, este último de mediocentro. También Bale, el jugador más caro del mundo, salió a la cancha desde el inicio.

La polémica del partido la protagonizó el árbitro Undiano Mallenco, quien no pitó un penal claro a favor de Cristiano Ronaldo y que, según el técnico “merengue” Carlo Ancelotti, “lo vio todo el mundo”. Los jugadores del Barça y el técnico Gerardo Martino evitaron hablar sobre el arbitraje.