Guayaquil y Quito.-

El planteamiento para reformar la Ley de Cine -e incluir en ella el sector audiovisual en general- no es nuevo. Sin embargo, luego de varios encuentros entre cineastas, planteados por el Consejo Nacional de Cinematografía (CNCine), de Ecuador, las propuestas no han podido materializarse.

La movilización del sector para concretar sus necesidades se vuelven urgentes. En el último Encuentro Nacional de Cine, realizado hace un mes en Guayaquil, el acuerdo entre más de 130 cineastas fue establecer una plataforma nacional del cine y el audiovisual. En esta, a través de lo expresado en un manifiesto, se designó a Eliana Champutiz, Mariana Andrade, Calé Rodríguez, Jonathan Gines y María Isabel Silva “como delegados para coordinar la conformación formal de esta plataforma y dar seguimiento al proceso de debate iniciado”.

El martes 28 y miércoles 29 de este mes se realizó el primer encuentro de la plataforma en la sala de cine Ohoymedio. Asistieron 11 representantes de gremios cinematográficos del país e iniciaron la discusión de sus planteamientos.

Sin embargo, uno de los primeros pasos en discusión aún es la metodología por seguir. Se reunieron las sugerencias de algunos miembros y se hizo una matriz para encontrar consensos.

Por un lado, se planteó que una organización lleve una propuesta y esta sea ajustada por otros dos gremios, también se pidió que se decida a través de una asamblea.

Según Juan Martín Cueva, director ejecutivo del CNCine, “no es tarea de esta plataforma proponer el articulado, pero sí la de avanzar de manera coordinada con el CNCine y otras instancias estatales para que la nueva ley sea expresión de una serie de coincidencias, acuerdos, consensos entre todos los sectores involucrados. Y es tarea nuestra la de tomar en cuenta esas propuestas, aunque no todas puedan ser insertadas en un articulado de ley de cine y audiovisual”.

Explica que algunas se refieren a legislaciones de otros ámbitos, y en ese caso hay que tomarlas en cuenta y tratar de posicionar esos temas ante las instituciones respectivas, ya sean gobiernos autónomos descentralizados, políticas laborales y de seguridad social, régimen fiscal y tributario, educación media y educación superior, entre otras.

Para el cineasta documental Pocho Álvarez, el sector “ha estado cómodo, en dependencia absoluta del Estado, cediendo la expectativa de su ocupación mayor al Consejo Nacional de Cine. El Consejo Nacional sacudió esa inercia de comodidad en la que ha estado sumido el sector (con el último encuentro)”, dice.

“Hay que retomar el viejo y antiguo espíritu de los cineastas, porque los cineastas nos hicimos no por el Estado ni sus instituciones, sino por nosotros mismos y fuimos nosotros los que gestamos con propuestas en 2006, esto que se llama ConsejoNacional de Cine y deberemos ser nosotros los que en consenso reformemos lo que haya que reformar, desde el marco que nos establece”, dice Álvarez sobre el inicio de este proceso.

Con este postulado coincide Eliana Champutiz, una de las integrantes de la plataforma. “Lo importante de este espacio es encontrarnos entre la gente que está trabajando en el cine y el audiovisual en el país, la idea es autoorganizarse y convocarse sin esperar que sean las instancias estatales las que vayan conformando la agenda, eso hará que nosotros mismos vayamos determinando el marco jurídico que nos norme”, indica Champutiz.

Aún no se ha dado un pronunciamiento oficial sobre las primeras reuniones. Sin embargo, la reforma plantea guiar una institucionalidad que integre el sector privado en la producción de cine y audiovisual. (I)