El Festival de Cine La Orquídea de Cuenca sigue adelante. Luego de una reestructuración de la cartelera, los eventos paralelos mantienen su fechas y sus horarios.

Hoy se inicia el “Primer Laboratorio de Escritura de Guiones para los Países Andinos”, dirigido a jóvenes escritores locales con la intención de profundizar en los aspectos dramáticos y narrativos del texto cinematográfico.

Este laboratorio de guiones estará bajo la dirección de Sebastián Cordero y la productora mexicana Bertha Navarro, quien ha colaborado con películas como El laberinto del fauno, Crónicas, entre otras.

Allí estarán también presentes otros asesores como el actor y director estadounidense Anthony Drazan; la escritora mexicana Laura Esquivel; la guionista mexicana Beatriz Novaro, o el escritor Jeremy Pikser, vicepresidente del Writer’s Guild of America East.

A ellos se suman el cineasta y periodista estadounidense Zachary Sklar y el director internacional del Programa de Largometrajes del Instituto Sundance, Paul Federbush, quien será el invitado especial de esta actividad.

HOY

Teatro Carlos Cueva Tamariz
La Tola Box (10:30). Invitada: Lucía Romero. Saudade (19:00). Invitados: Juan Carlos Donoso, Sarahí Echeverría y Francisco Baquerizo.

Multicines Millenium 1
Mono con Gallinas (18:00). Invitado: Alfredo León León. El mudo (20:00). 35 Rhums (20:30).

Multicines Mall del Río
Nosilatiaj. La Belleza (19:30), Invitada: Daniela Seggiaro.

Más información en la Web: festivalcineorquidea.comMientras, la cartelera sigue hoy con la proyección de una decena de películas reprogramadas. Los horarios y lugares de proyección pueden ser consultados diariamente en la página de inicio de la web oficial www.festivalcineorquidea.com, bajo el título de ‘Cartelera de hoy’.

Ayer se tenía previsto en la Esquina de las Artes (Av. 12 de Abril y Agustín Cueva, frente al Teatro Carlos Cueva Tamariz) el lanzamiento del libro Solo ella se llama Marilyn Monroe (Relecturas de una diosa), una antología del escritor orense Raúl Serrano, que reúne textos de 27 ecuatorianos en homenaje a esta actriz, ícono de la posmodernidad.

El domingo se proyectaron tres películas de la categoría de Ópera Prima Iberoamericana: Tanta agua, Los ilusos y Nosilatiaj. La belleza.

Dirigida por las uruguayas Ana Guevara y Leticia Jorge, Tanta agua cuenta la historia de un padre divorciado que sale de paseo con sus hijos, a los que ve muy poco, hacia un balneario donde no para de llover.

A las 17:00, se proyectó en Multicines de Milenium Plaza Los ilusos (2013), segundo largometraje del español Jonás Trueba, que cuenta cómo vive un director de cine mientras no trabaja en una película: las intenciones de seguir, las posibles historias, el tiempo perdido.

Más tarde, mientras Víctor Arregui y Francisco Febres Cordero presentaban la recientemente estrenada El facilitador, en otra de las salas, la argentina Daniela Seggiaro hacía lo propio con Nosilatiaj. La belleza, filme que narra los vínculos tormentosos entre la cultura indígena y la criolla en el norte de Argentina, a través de la relación entre dos adolescentes: Yolanda y Antonella.

Yola (de la comunidad wichí), es callada, incapaz de decir o sostener lo que piensa, y vive como criada en casa de Antonella, una niña que está por cumplir sus 15 años. Pese a que hay una relación de poder evidente cuando Antonella toma decisiones por Yola, como un corte de pelo contra su voluntad, otras tomas las muestran en actitud muy afectiva.

Es, al fin y al cabo, como se vive la relación entre pueblos con concepciones tan distintas, lo que queda claro en uno de los breves monólogos como flujo de conciencia de Yola, cuando habla de la teología criolla y la indígena: Luego de explicar el respeto y el amor de su pueblo por la naturaleza, suelta la frase “Luego supimos de la existencia de un Dios Único”, una frase que a Santiago Roldós -jurado de esta categoría- le arrancó una breve carcajada.

Hija de antropóloga, Seggiaro cuenta que tiene vínculo con culturas indígenas desde siempre, pero que su acercamiento fue definitivo cuando empezó a rodar documentales por encargo en esa zona, atraída por la cosmovisión de esos pueblos al olvidado norte de Argentina. Nosilatiaj, en wichí, quiere decir ‘la belleza’.