La periodista ecuatoriana Sabrina Duque supo que el proyecto Nicaragua: pueblos, lava y cenizas obtuvo la beca Michael Jacobs de Crónica Viajera mientras estaba en Nueva York, adonde fue para realizar una entrevista.

Antonio Díaz Oliva y Alejandra Sánchez Inzunza fueron finalistas del premio que entrega la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), el Hay Festival y la Fundación Michael Jacobs. Sabrina reside en Managua -ciudad a la que volvió ayer-, y   visitó cinco volcanes activos de Nicaragua.

El fin de año, la cronista guayaquileña estuvo en las faldas del volcán Mombacho, en Granada, como parte del trabajo que lleva a cabo en el país centroamericano.

“La relación de la gente con esos volcanes es atrevida y peligrosa (...) Hay personas que hicieron casas sobre el lugar en que pasaron ríos de lava”, le contó a este diario en noviembre del año pasado, cuando fue a Quito a presentar el libro Lama, en el cual narra las consecuencias de un deslave que produjeron las mineras en Mariana, al interior de Brasil.

Mientras alista sus maletas para volver a la capital nicaragüense desde Estados Unidos, dijo que la última erupción del Mombacho provocó que restos de lava formaran isletas en el lago Nicaragua, sobre las cuales se construyeron desde hoteles hasta casas de lujo.

La vida en esas isletas, “rodeadas de agua no potable”, fue objeto de su recorrido, que incluyó la búsqueda de tiburones que pueblan los relatos sobre el atractivo turístico del lugar que, como otros cercanos, conforman ese “pensamiento mágico que a los latinoamericanos nos hace pensar que las tragedias solo pertenecen al pasado”. La relación de la gente con los volcanes es como un “amor suicida” comentó la autora.

En ‘La Gritería’, una celebración religiosa de León, Duque recordó los dulces tradicionales de Rocafuerte (Manabí) al ver que los fieles eran recompensados con unos similares si respondían ‘La Concepción de María’ a la pregunta “¿Quién causa tanta alegría?”, dicha como un verso en medio de la fiesta.

La cronista ha recorrido Nicaragua de sur a norte, conoce la mitad más dos de los volcanes activos, y llegará a los dos restantes pronto, aún sorprendida de que las lagunas sean como “leones dormidos”, que se mimetizan con el paisaje de forma tan pacífica como la que se puede ver en la serranía ecuatoriana.

En agosto se celebra ‘La Gritería chiquita’ o ‘de Penitencia’, un ritual con los mismos cánticos que conmemora un milagro de hace siete décadas, cuando el volcán Cerro Negro dejó de emitir cenizas luego de que el padre de La Catedral le ofreciera a la Virgen María que la recordarían por parar la oscuridad que asoló dos semanas el sitio.

El periplo de Sabrina se completará con la beca y ella es la primera mujer en ganarla luego de tres ediciones en las que los seleccionados fueron  Álex Ayala Ugarte, de España (2015) por el libro Rigor Mortis. La normalidad es la muerte; Federico Bianchini, de Argentina (2016) por Antártida, 25 días encerrado en el hielo, y Diego Cobo, de España (2017) con la serie Huellas negras, el rastro de la esclavitud.         

La edición de este año tuvo como jurados a Cobo, Daniel Samper Pizano y Jon Lee Anderson, quienes eligieron la propuesta de Duque entre 246 postulaciones.

“Ecuador es la gran cornucopia secreta del periodismo de la región. Es un país pequeño que debemos mirar con gran atención porque hay demasiado talento”, comentó la editora y periodista argentina Leila Guerriero en el Hay Festival, de Cartagena. (I)