Un mural del quiteño Juan Sebastián Aguirre, conocido como Apitatán, motivó una protesta de la comunidad afrodescendiente ecuatoriana, por considerarlo racista.

La obra, parte del proyecto Guayarte, se pintó en la zona financiera de la ciudad en noviembre de 2017 y representa la corrupción, según el autor.

Se trata de “un círculo vicioso, un malestar normalizado. La corrupción está ahí, a vista y paciencia de todos, autoridades y ciudadanos, en nuestras narices, la queramos ver o no”.

Considera que “nombrarla, pintarla, exponerla directamente, asumir una posición y enfrentarla, puede abrir una ventana para reflexionar”.

Sin embargo, un grupo de personas se plantaron en los bajos de la pared, donde hay una Unidad de Policía Comunitaria (UPC), “por la no discriminación, por romper con los estereotipos”. En su defensa, el artista dijo que él también se considera negro y aquello no lo ofende. (I)