San Sebastián, España.- Las actrices Annette Bening y Michelle Yeoh, y los directores Oliver Stone y Terry Gilliam serán los protagonistas de la gala inaugural hoy del Festival de Cine de San Sebastián, en su 61 edición.

Creativo, innovador y económicamente fuerte: así define al cine latinoamericano José Luis Rebordinos, director del festival, una “puerta hacia Europa” para las películas de la región. Por ello, el último trabajo del argentino Juan José Campanella, denominado Futbolín, se exhibe en la apertura.

“Así como en las últimas décadas el cine asiático era uno de los más importantes -hace 10 años era el cine coreano, en los 70 el cine de Hong Kong, Japón también ahí tuvo su momento muy fuerte-, creo que si hablamos de bloques a nivel mundial, el cine latinoamericano es ahora el más creativo, el que seguimos los festivales con más atención”, dice Rebordinos.

DATOS

-Caníbal, de Martín Cuenca.
-Club Sándwich, de Fernando Eimbcke.
-Devil’s Knot, de Atom Egoyan.
-Enemy, de Denis Villeneuve.
-For Those Who Can Tell No Tales, de Jasmila Zbanic.
-La herida, de Fernando Franco.
-Mon âme par toi guérie, de François Dupeyron.
-Oktober November, de Götz Spielmann.
-Pelo malo, de Mariana Rondón.
-Quai d’Orsay, de Bertrand Tavernier.
-Un largo viaje, de Jonathan Teplitzky.
-Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba.
-Le Week-end, de Roger Michell.
-Las brujas de Zugarramurdi (Alex de la Iglesia), Futbolín (Juan José Campanella) y El extraordinario viaje de T.S. Spivet, de Jean-Pierre Jeunet  se proyectarán en la sección oficial, pero fuera de concurso.
El certamen, que durante 10 días presentará más de 220 películas en  sus secciones, abre sus puertas con el estreno internacional de Futbolín, filme de animación de Campanella que batió récords de taquilla en Argentina bajo el título de Metegol.

“Además de ser una película de gran éxito comercial, nos parece un peliculón, técnicamente increíble y con toda la personalidad de Campanella”, afirma Rebordinos, celebrando que se trate de una obra financieramente “potente y al mismo tiempo de autor”.

Películas de gran presupuesto como ésta, realizada en tres dimensiones, son posibles en América Latina “debido muchas veces a leyes de desgravación fiscal y al apoyo de los institutos del cine en países como Brasil, Colombia, Argentina o México”, subraya el director.

En San Sebastián “solemos decir que nos gusta ser un poco la puerta para Europa del cine latinoamericano”, afirma, y pone como ejemplo el Foro de Coproducción Europa-América Latina, creado en la pasada edición para impulsar el desarrollo de proyectos en ambos continentes. Este año, una película mexicana Club Sándwich, de Fernando Eimbcke y una coproducción Venezuela-Perú-Alemania Pelo malo, de la venezolana Mariana Rondón, competirán en la Sección Oficial por la Concha de Oro.

El festival presentará su ya tradicional apartado de Horizontes Latinos y los realizadores de la región tendrán también cabida en la sección Nuevos Directores. “En América Latina no paramos de ver óperas primas que nos sorprenden, que son diferentes, que prueban cosas nuevas, que tienen interés”, asegura Rebordinos.

El cine español

También el cine español volverá a estar fuertemente representado en esta edición “a pesar de que lo está pasando muy mal debido a la crisis y que muchas de estas producciones las están sacando adelante con muchos problemas”, explica.

“Está claro que en este momento hay menos dinero para producir películas y eso se está notando en dos cosas: por un lado, en que las películas se hacen con menos presupuesto -hoy sería muy difícil hacer una película de 15 millones de euros, como se han hecho- y luego en que muchos de los grandes productores españoles tienden a la coproducción”, señala.

Así, en una película como Caníbal, del director español Manuel Martín Cuenca -que llega a San Sebastián tras haberse presentado en el festival de Toronto- participan Rumanía, Rusia y Francia. “Creo que ahora el productor español está viendo, al poder disponer de menos dinero para hacer una película, que la manera es dividirla entre muchos pedacitos”, explica.

“Obviamente estamos con más problemas que hace dos o tres años, pero, para la que está cayendo, creo que el cine español está siendo capaz de sobrevivir por encima de lo que algunos pensábamos que iba a poder hacerlo", asegura.