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Agujero Negro juega con el afán por “innovar”

Víctor Aráuz tiene el papel de un escritor, considerado uno de los mejores secretos de América Latina por la Feria de Guadalajara.
Víctor Aráuz tiene el papel de un escritor, considerado uno de los mejores secretos de América Latina por la Feria de Guadalajara.
Foto: cortesía
11 de junio de 2018 - 00:00 - Redacción Cultura

El segundo largometraje de Diego Araujo nace de la necesidad de hacer cine, de la idea de reducirlo todo al máximo, de contar las cosas con menos. El presupuesto definió parte del concepto, con el cual el guion de 20 páginas con el que arrancó Araujo creció con el trabajo grupal.

Agujero Negro, simil de uno de los objetos de estudio del científico británico Stephen Hawking, cuenta la historia de Víctor, interpretado por Víctor Aráuz. Este es un escritor que fue seleccionado como uno de los secretos mejor guardados de América Latina por la Feria de Guadalajara, una de las más prestigiosas del continente.

Ahora se encuentra en una crisis creativa, presionado por sus familiares con preguntas sobre su próximo lanzamiento y el embarazo de su esposa, Marcela, interpretada por la actriz Daniela Roepke.

Tras cinco años de lanzar su libro de cuentos Nueve hits, trabaja en una novela. La piensa como la obra de formación que no se ha escrito en Ecuador, una versión de “El guardián entre el centeno”, de Salinger. 

Aunque dice que ya lo tiene todo en mente, su trabajo no avanza. Su esposa, pese a las circunstancias, decide hacerse cargo de todos los gastos de la casa, para que Víctor se dedique a su novela y acepta el trabajo en una agencia de publicidad.

Víctor se refugia en Valentina, el personaje con el cual Marla Garzón se estrena en la pantalla grande. Se trata de una adolescente en rebeldía, que lo cautiva y, de alguna manera, lo hace tomar distancia con la idea de escribir algo con pretensiones de ser un canon literario. “Este escritor perdido encuentra inspiración en mi hija”, dice Alejandro Fajardo, quien en la película hace el papel de un funcionario público envuelto en las mallas de la corrupción.

A partir de improvisaciones y mesas de diálogo, los protagonistas de esta historia construyen los diálogos de esta película, a la que Araujo define como “una comedia romántica con elementos surrealistas”.

Uno de sus objetivos fue darle una mirada humorística a la idea de que no existe “la gran novela escrita en el país  trasladada un poco al cine”.

 El director partió de la idea del auge del cine nacional, promovido por la entrega de fondos a través del desaparecido Consejo Nacional de Cine.

En ese momento, considera, que “muchos creyeron que se estaba creando una cinematografía, una narrativa. Hace algunos años, cuando salió esta camada de películas primeras en las que se incluía Feriado (su primera película), se habló de que eran autobiográficas, que todos los directores nos estábamos mirando al ombligo, que no le interesaba el público, tiene que ver con esto, siempre con un coqueteo de humor trasladado al mundo de la literatura”, dice Araujo.

Como otro de los grandes referentes de esta película está también la serie de novelas de Karl Ove Knausgård,  autor noruego. “Quise tomar esta idea de la paternidad y crear una familia vs. el acto creativo, por un lado está la familia como un acto de entrega y solidaridad y el choque entre estos dos ambientes es lo que afecta a Víctor”.

La relación de Víctor con Marla es siempre sutil. “Hay una proximidad, pero nosotros sabíamos que el personaje de Lolita iba a ser una constante y releí Lolita, volví a ver la película de Kubrick, con la idea de alejarnos de la imagen de esta adolescente indefensa, dice Araujo.

Agujero Negro tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Buenos Aires (Bafici). Esta semana estuvo en la cartelera del Festival de Cine Latinoamericano de Quito (Flacq) y estará en salas en septiembre de este año, igual que otros estrenos, como Siguiente Round.

Datos

→ La producción. La película fue rodada totalmente en blanco y negro con la idea de rendirle tributo a las películas de la nueva ola francesa, no solo estéticamente._También probaron con música que les permita darle este tono de la nueva ola. 

→ 20 días de grabación tuvo esta película, con pocas locaciones y un trabajo de improvisación. 

→ Tras cámaras. Simon Brauer es el productor asociado de este filme, que también tuvo un presupuesto de Costa Rica. Cristina Morrison es la productora ejecutiva y_Wendy Muniz la coproductora. (I)

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