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La Casona Universitaria espera intervención después del 16-A

Un informe del INPC recomienda tomar como medida urgente el retiro de material suelto de la edificación.
Un informe del INPC recomienda tomar como medida urgente el retiro de material suelto de la edificación.
Foto: José Morán / El Telégrafo
28 de julio de 2017 - 00:00 - Jéssica Zambrano Alvarado

Después del terremoto del pasado 16 de abril (16-A) que afectó a las provincias de Esmeraldas y Manabí, y que tuvo réplicas en Guayas, la Casona Universitaria presentó fisuras, placas de yeso caídas, material suelto y un poste de hierro afectado que sostiene uno de los balcones del Paraninfo. Los daños son, sobre todo, en la parte frontal del edificio.

El arquitecto Rafael Arízaga, quien estuvo a cargo de la intervención de la Casona en el rectorado de León Roldós (1995-2000), en la Universidad de Guayaquil, y un informe del Instituto Nacional de Patrimonio (INPC) coinciden en que las afectaciones no son graves y que se podrían resolver sin mayores complicaciones. En ambos casos, el pronóstico surge luego de un recorrido por el edificio. 

Sin embargo, hace más de un año, la Universidad de Guayaquil, entidad que tiene la custodia del inmueble patrimonial, mantiene cerrada la puerta frontal del edificio e inhabilitados espacios, como el Salón Amarillo, el Salón Azul, el Paraninfo y el museo. 

En estos lugares -ubicados sobre todo en el lado este- se realizaban  actos culturales y reuniones de funcionarios de la institución. El Paraninfo, por ejemplo, donde está el mural ‘A la Gloria de Bolívar’, de Guayasamín, era la sede del festival ‘El canto coral hermana a los pueblos’, que organiza hace 39 años el Coro de la Universidad de Guayaquil. Pero desde este y el anterior año, aquel evento se realiza en una pequeña iglesia de Sauces.

En la parte frontal del edificio funciona aún la biblioteca histórica, a pesar de las fisuras en el techo. En el lado oeste, sin afectaciones, está habilitado el Instituto de Música de la Universidad de Guayaquil, donde alrededor de 400 niños y adolescentes reciben clases a diario. De ese lado también ensayan el coro de niños, jóvenes, mujeres y el de la universidad. Todos ellos fueron declarados ‘patrimonio cultural de la universidad’, en 2014.

En su informe, el INPC recomienda a la Universidad de Guayaquil una “evaluación estructural  y consolidación de las paredes de enquinchado por la presencia de pintura mural en el Paraninfo”. Como acciones urgentes están el apuntalamiento técnico del frontón y algunos sectores de las paredes de quincha, así como la liberación de placas de yeso del cielo raso y la limpieza y retiro de material suelto.

Sin embargo, el proyecto para evaluar de manera técnica el bien inmueble desde la universidad aún no está aprobado. “Los daños no son graves, lo grave es que se prolongue su intervención”, dice el arquitecto Arízaga.

Santiago Dick, arquitecto y docente en la facultad de Arquitectura, dice que este año, por iniciativa de Gulnara Borja, vicerrectora de investigación de la institución, se pensó en un proyecto de rescate de la Casona Universitaria, para que, como se planteó durante el rectorado de Roldós, el espacio se convierta en sede cultural.

El equipo de intervención estaría conformado por dos ingenieros civiles, dos arquitectos ambientalistas, dos arquitectos en diseño, función y forma; un arquitecto en patrimonio; el artista y muralista Iván Paredes; y el historiador Parsival Castro. El presupuesto de este plan sería de $ 10.000 con lo cual se planteaba comprar una serie de equipos, para, según Dick, hacer mediciones de resistencia en el bien. 

“Nadie -dice Dick- puede garantizar que las estructuras respondan al paso de gente. No se ha hecho un estudio que evidencia que no va a responder. La intención del proyecto es esa”. La propuesta que plantean los docentes de la facultad de Arquitectura pasó a dos instancias: la aprobación del Comité Científico de la facultad de Arquitectura y del director. Solo quedó pendiente la del consejo de la facultad. Dick espera que este proceso se apruebe en agosto.

Este tendría como finalidad presentar una propuesta técnica para volver a dinamizar el primer edificio de la primera universidad de la ciudad, fundado en 1898 y reconstruido en 1905, luego de que como ocurrió con todas las construcciones del siglo XIX en Guayaquil, un incendio lo destrozara. (I)

Datos

La Casona Universitaria Pedro Carbo se inauguró en 1898. Se reconstruyó en 1905, cuando Julián Coronel fue rector. El inmueble tuvo los diseños de Rocco Queirolo.

Fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación el 26 de febrero de 1988 y ratificada el 7 de junio de 1990, mediante un acuerdo ministerial. En 1930 el personal administrativo se traslada al inmueble. 600 personas trabajaban en el lugar.

En 1995 se inició el proyecto de restauración que fue financiado por el Banco Ecuatoriano de Desarrollo (BEDE) y estuvo a cargo de Rafael Arízaga.  

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