Cuenca ha cambiado con el devenir del tiempo. Una muestra de ello son los espacios dedicados al ocio que incluso hoy tienen una connotación distinta a la de hace 20 años. Jaime López Novillo recuerda que el primer punto de encuentro entre amigos era la Plaza Central, conocida también como Parque Calderón.

También existían otros sitios que eran muy frecuentados como el sector de El Otorongo. Antes de llegar a este lugar, ubicado frente al Colegio Sagrados Corazones, los muchachos solían pasar por El Vado para consumir el famoso ticti de ‘Mama Guazha’, una bebida especial.

La zona donde está ubicado el Hotel El Dorado y la esquina en que se levanta la Iglesia del Cenáculo fue, desde siempre, un sitio de encuentro entre los jóvenes.

Con el transcurso de los años, los cuencanos han encontrado otros sitios para entretenerse. Uno de ellos es la avenida Unidad Nacional y Gran Colombia, en la parte suroeste de Cuenca, un espacio que luego se consideró como Zona Rosa.

Quienes frecuentaban esa zona recuerdan que el lugar era muy concurrido, porque allí se ubicaban heladerías y restaurantes de comidas rápidas. “Era muy bueno, porque podíamos invitar a las amigas o a la enamorada”, dice Sebastián Campoverde. Muchos recuerdan que desde la tarde era difícil pasar por el lugar debido a la gran cantidad de jóvenes que se instalaban en el sitio para bailar o tomar un helado. “Era una zona con algunas discotecas y era ideal para farandulear”, comenta Fabiola Crespo, quien hace muchos años concurría a este sector.

Tomás Valverde recuerda que a esta zona la conocían también como el ‘tontódromo’, ya que la gente circulaba una y otra vez por esta avenida para observar el movimiento. Se conocía específicamente como Zona Rosa al sector comprendido entre la esquina de la Iglesia del Corazón de Jesús hasta la av. Unidad Nacional y calle Gran Colombia, era un tramo corto donde se reunía la juventud.

La Remigio, fue la avenida más concurrida

Los jóvenes siempre buscaron nuevos sitios para la diversión. Fue así como varios años después escogieron la av. Remigio Crespo Toral, que, poco a poco, se convirtió en la ‘meca’ de bares y restaurantes. Antes de que se abrieran estos negocios, esta era una zona residencial. “La mayoría de los dueños de viviendas se fueron de este lugar cuando comenzó a cambiar”, recuerda Rodrigo Dávila, uno de los pocos vecinos que aún permanecen en el sector de la avenida Remigio Crespo, convertida en uno de los sitios de diversión de la capital azuaya.

En este lugar hay bares, discotecas, restaurantes y karaokes. El movimiento es constante, pero aumenta los jueves, viernes y sábados. “Esos días es difícil transitar por estos sitios, ya que los jóvenes se toman las calles con sus carros y sus equipos de música”, dijo Gabriela Serrano, moradora. La ‘Remigio’ así conocida por quienes frecuentan este sitio, se extiende al menos por 7 cuadras. “Las cosas han cambiado mucho en este lugar. Ya no es lo mismo de hace 10 años, cuando era un sector estratégico de Cuenca”, comenta el propietario de un restaurante, quien asegura que las ventas disminuyeron desde que los locales prácticamente se trasladaron a sectores como El Otorongo y la Calle Larga. A pesar de que la Avenida Remigio Crespo fue desplazada por otros sitios, a lo largo de esta vía hay bancos, cooperativas, farmacias e incluso la tradicional pista de bicicross, donde han surgido grandes campeones nacionales, latinoamericanos y mundiales en bicicleta.

La Calle Larga concentra el ambiente nocturno de Cuenca

En la actualidad, uno de los sitios favoritos de diversión nocturna de los cuencanos es una de las calles de su Centro Histórico. La noche es fría, como de costumbre en la urbe, pero eso no impide que los jóvenes acudan a la ‘Larga’, en especial los fines de semana.

Y es que la ‘Larga’, como le dice la mayoría, se ha convertido en uno de los principales lugares de concentración del ambiente nocturno de la capital azuaya. Esta calle de 15 cuadras está ubicada en el pleno Centro Histórico de Cuenca. Durante el día tiene un ambiente cultural y turístico. Allí se levantan museos, iglesias y hoteles. Sin embargo, a partir de las 17:00 se transforma en un espacio de diversión. Hace casi una década coincidieron en este lugar algunos de los propietarios de los locales de diversión y el movimiento nocturno se activó.

A decir de Andrés Ugalde, dueño de uno de los locales, el polo de diversión en Cuenca, durante los últimos años, se ha extendido a varios sectores. “Ahora la gente ‘farrea’ tanto en la Calle Larga, como en La Remigio o en la zona del Estadio. No creo que el polo de diversión de la ciudad se concentre un solo sitio. Al contrario, creo que se ha ampliado”. Según Ugalde, el cuencano siempre busca diversidad para divertirse, un ambiente agradable, un buen servicio, un sitio donde pueda comer bien y también farrear. “Eso ofrece la Calle Larga”, añadió.

Agustín Rivas, un joven asiduo a este sitio plagado de viviendas coloniales, consideró que la acogida que tiene se debe a su oferta variada. En la calle Larga, además de discotecas, se pueden encontrar restaurantes tanto de comida gourmet, así como locales de comida rápida. Apenas cae el sol empieza el movimiento.