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Los límites de la imaginación son infinitos, como los de una biblioteca de papel digital.
Y quizás Álvaro Mutis no será recordado por muchos; quizás solo por algunos que tuvimos el placer de encontrarlo en sus libros y entrevistas; quizás jamás se lea más de medio libro suyo en el futuro; quizás jamás luchó por las utopías, sino a favor de la desesperanza; quizás él es la razón por la que escribamos para los amigos y luego para los lectores; quizás algún día sus aventuras serán comparadas a las de Maqroll, el gaviero; quizás siempre fue un pescador, como todos, que cazaba palabras para lanzarlas al mar; quizás todo era inútil, como él lo predicaba; quizás su principal virtud era ser quien fue, para no repetirlo y empezar a creer en la oportunidades, en el valor trascendente del ejemplo con buenas palabras; quizás él no lo sabía, pero nosotros sí: su falta de fe en el mundo fue un reflejo de las desgracias de Colombia y América Latina; quizás él no lo sabrá, pero todos nuestros intentos a favor de la dignidad nos llevarán a aquel lugar imaginado por la generación de los 30, el Boom y la nueva crónica latinoamericana… quizás la continuidad infinita de la imaginación será nuestro mejor homenaje al escritor, que nos enseñó que los mejores libros de historia están libres en la literatura.
Juan Francisco Rodríguez Niama
Riobamba
C.C. 0603269317