Tengo memoria de cómo el alcanzar mejoras salariales docentes, en los gobiernos de Hurtado, Durán-Ballén, Febres-Cordero, Mahuad, Lucio Gutiérrez y Noboa, se lo hacía paralizando la educación con huelgas y paros; y los logros económicos que se obtenían eran irrisorios.

Desde 2007 hasta hoy, ni una huelga, ni un paro, ninguna paralización educativa. Ecuatorianos sensatos que acuden a desfiles de la oposición, por favor, piensen, recuerden, hagan memoria y no se dejen engañar.

Mi memoria de ecuatoriano latinoamericano y ciudadano del mundo recuerda la lucha de jóvenes idealistas, nobles y rebeldes ajusticiados impunemente por las inhumanas y represivas políticas de León Febres-Cordero y su lugarteniente Jaime Nebot, de carácter soez, banal, vulgar y rapaz.    

Retrocedo en el tiempo y a mi memoria acude la Marcha de los Crespones Negros, con banderas negras, de los mismos actuales opositores anticorreístas, que propiciaron y auspiciaron el saqueo del feriado bancario, cuando el Estado estaba al servicio de la banca, cuando dolarizaron sus ganancias y sucretizaron las pérdidas y se apropiaron de los depósitos de la gente para que los Isaías, los Ortega, los Landes, Peñafiel, Lasso, Acosta y etc., vivan con millones y los pobres hambrientos y para que miles de ciudadanos de clase media, despavoridos y asfixiados por las deudas y fraudes, huyan, migren y mueran, por el saqueo a ese Estado del que se servían los explotadores y que ahora fungen de salvadores de la patria contra el ‘Estado-candidato’, según el argot de los ‘connotados’ entrevistadores mañaneros de Ecuavisa.

¿De estas historias del pasado reciente se acordarán los dirigentes de la UNE, de Pachakutik y de la supuesta izquierda? Les invito a que refresquen sus mentes, señores, porque no se puede creer que la dirigencia de Pachakutik vaya de la mano del banquero candidato. ¡Qué horror! ¡Qué vergüenza!

¿Qué dirían Dolores Cacuango, Tránsito Amaguaña, Jesús Gualavisi, Amadeo Alba, Neptalí Ulcuango en sus tumbas? Seguro estarán retorciéndose de dolor, de vergüenza, de amargura, de angustia, de ira, de rabia, de impotencia, ante la vil traición a sus sueños y ejemplos de vida que, como dirigentes indígenas, en vida fueron. (O)
            
Atentamente
Diego Jarrín Terán