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El Telégrafo
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Seño Director

Guayaquil, 29 de agosto de 2011

Señor Director del diario El Telégrafo


El diario El  Comercio del  28 de agosto,  insiste en  descolgarse   de la virginidad periodística que dice tener, cuando manosea la ruta histórica de la izquierda ecuatoriana en el horizonte de las elecciones de 2013, movimiento revolucionario  que  desde los años 80  comenzó a pisar en firme  con las alianzas FADI y PSE,  y más tarde con PAIS, enfrentando al capitalismo globalizado y la economía de mercado,  originalmente liderado por el finado León Febres-Cordero. También podría atribuirse la  confusión del pequeño mundo mediático  a que no encuentran explicación lógica ni  natural de los movimientos sociales  por el cambio, que como relámpagos se iniciaron en Sudamérica al final de los años 90,  y que se han ido  extendiendo al Mediterráneo, Centroamérica y ahora a  Chile.

Es por ello que  el columnista Andrés Oppenheimer, del Miami Herald, no entiende cómo el millonario presidente Piñera pueda recibir a Camila Vallejo, una joven de 23 años dirigente de la FECH  y afiliada al PC chileno (de heroica trayectoria), para discutir con ella, y no con un político adulto,  temas de Estado sobre  la calidad y la gratuidad de la educación. Más aún, añaden en Miami, cuando el PC chileno tiene apenas  el 5% de la votación. 

Así,  para muchos  “intelectuales de izquierda y  centro” poniéndose  la camiseta  del “Che”, la caída del Muro de Berlín  fue el anuncio divino  del sálvese quien pueda, del triunfo final  de Wall Street,  la extinción de las  rebeliones  contra el  capitalismo  y el colonialismo, y apostaron a sepultar  con el nombre de terrorismo, populismo   y  comunista     a todo lo que fuera contra la voracidad   imperialista,  para reemplazar la política moderna   con un  rosado bipartidismo patronal, como ocurrió  después de Franco,  Pinochet y Bush, y   al amparo del FMI, la SIP,  la OTAN, etc. Es decir, fabricar la  nueva historia del mundo a gusto de los colonialistas y las grandes financieras. Pero parece que el fantasma  del cambio sigue recorriendo el mundo, como en la era de Bismarck.

Luis Marín-Nieto

C.C.  0900309964
Profesor de la  Universidad de Guayaquil

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