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Para este comentario presentaré a Rafael Correa en dos facetas: Primera, Rafael, el ser humano sencillo y sensible. Segunda, Rafael Correa, el Presidente del Ecuador.
Rafael es un ser excepcionalmente sensible en lo que concierne a lo social, incluso he podido en algunas ocasiones ver su sencillez en algún lugar no oficial en que por coincidencia nos hemos encontrado. Año tras año hace labor social con su familia en Navidad y en otras fechas, es de siempre, no algo que hace ahora porque tiene un cargo público.
Como Presidente del Ecuador, ha puesto a la Presidencia en un estándar muy alto, difícil de superar (sobre todo por los candidatos de la oposición), a esto hay que sumar la gran obra realizada que nos da como resultado un presente y un futuro esperanzador. Como ecuatoriano, lo único que le sugiero es que se involucre más en el área social de su Gobierno y que renueve las energías de sus ministros y ministras.
Felicidades en 2016 y que Dios bendiga siempre los hogares ecuatorianos y a Rafael como ser humano para que continúe con su trabajo por los más pobres, y que a Rafael Correa como Presidente lo ilumine siempre para bien de Ecuador.
Enrique Cobo Bustamante