Estas son palabras que a muchos les pueden resultar familiares, pero a otros les puede generar controversia, pues durante siglos han existido los flujos migratorios que han llevado a las personas a diferentes partes del mundo, por distintas circunstancias sociales, económicas o políticas.
Este es el caso de la señora Mariana Navarrete, comerciante ecuatoriana que por más de 25 años luchó día tras día para tener éxito en el camino del emprendimiento personal. Estableció las bases de su sustento diario en las ventas de ropa que importaba de Estados Unidos, país a donde un día emigró. Años de sufrimiento tuvo que pasar; los agravios fueron muchos, pero supo reponerse. En Nueva York, con gran esfuerzo, montó una pequeña agencia de viajes, que recibía y enviaba paquetería de encomiendas para Ecuador.
Como muchos ecuatorianos, en 1999 nos tocó emigrar en busca de un futuro mejor, cuando nuestro país estaba inmerso en la corrupción, pobreza, ilegalidad e inseguridad, y las autoridades lo único que hacían era aprovecharse de su pueblo, tiempo que se declaró en Ecuador el feriado bancario. Muchas personas se suicidaron por tan malévola estafa. Un día ella decidió regresar a su país para hacer patria, y junto a su esposo ser copropietaria de Miguel Nieto International, microempresa que se dedica a la importación de chompas y abrigos. Involucrándose profundamente con el Buen Vivir, dio empleo en sus almacenes a muchas personas.
Cabe señalar que el último contenedor de ropa que les llegó por barco tuvo un sobrepeso de origen de 500 kilos, mercadería que se mantiene retenida en la aduana hasta que paguen una desproporcionada multa de $ 137.146,89, además de que se incumple con los oficios establecidos por la ley de facturación. La familia Navarrete de Nieto busca generar conciencia en los dirigentes y gobernantes, ya que por este motivo han tenido que despedir a mucha gente, trabajadores con hijos y familias que sustentar.
Sería irónico que deban partir nuevamente de su tierra, que los acogió con los brazos abiertos. Esperemos que las autoridades competentes les brinden el asesoramiento y ayuda necesaria para solucionar su problema.
Henry Navarrete Chilán
Estudiante de Comunicación Social