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Cada dos segundos, un recién nacido ve la luz por primera vez en medio de un conflicto, a menudo en circunstancias terribles y sin acceso a la atención médica.
Demasiados niños comienzan hoy en día sus vidas en circunstancias extremas, en medio de conflictos o desastres naturales, afectados por la pobreza, las enfermedades o la desnutrición. ¿Puede haber un peor comienzo a la vida?
En países afectados por conflictos, como Afganistán, la República Centroafricana, Irak, Sudán del Sur, Siria y Yemen, o durante las peligrosas travesías para escapar a los combates, los niños recién nacidos y sus madres hacen frente a riesgos enormes. Hay mujeres embarazadas que corren peligro de dar a luz sin ayuda médica y en condiciones insalubres. Sus hijos tienen más posibilidades de morir antes de cumplir 5 años y de sufrir estrés extremo –o ‘tóxico’–, que puede inhibir su desarrollo emocional y cognoscitivo a largo plazo.
En los últimos meses de 2015 la comunidad internacional se unió en torno a la lucha contra el cambio climático y un nuevo programa mundial en favor del desarrollo. Estos acuerdos ofrecen una gran oportunidad para transformar nuestras promesas en acciones para los más vulnerables.
Si abordamos las razones por las cuales tantas familias sienten la necesidad de huir de sus hogares con sus hijos, podremos lograr que 2016 sea un año de esperanza.
Mensaje de Anthony Lake
Director Ejecutivo de Unicef