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Los jugadores de la selección nacional de fútbol no juegan en equipo, su estado físico se agota con tantas cabriolas y cuando llegan a la puerta del arco rival (todos quieren ser goleadores) no comparten la bola con el que tiene mejor posición y, al no tener la energía necesaria en sus piernas, no atinan al gol ni en los penales. Son “comebolas”. El público que los aplaude por sus cabriolas cree que el equipo jugó bien, pero que no tuvo suerte o que el árbitro perjudicó.
Cuando juegan en equipos extranjeros son goleadores por tener un excelente DT que les exige jugar en equipo y los prepara psicológicamente para ser excelentes jugadores. La selección perdió su ritmo ganador cuando derrotó a la selección de Cristiano Ronaldo (Portugal) y estaba en el Top Ten del ranking mundial. La prensa la embriagó con tantos halagos, a los que no está acostumbrada, no los asimiló y bajó el ritmo.
Antonio Valencia es la excepción: es inteligente, juega en equipo y no se engolosina con la bola. El DT de la Tricolor... ¡jaja!
Espero el repechaje. Que Dios nos dé la manito.
Atentamente
Héctor García Rivera
C.C. 0900463837