Los gansos, especialmente los canadienses se aparean y se unen de por vida y a menudo regresan cada año al mismo lugar para criar a sus polluelos. Es característica La fiera defensa de sus nidos y sus crías contra los intrusos.

Generalmente una pareja de gansos hace su nido y pone sus huevos en un lugar determinado y luego muda sus hijos a un sitio escogido, en donde permanecen hasta que los gansitos aprenden a volar. Casi siempre mientras nadan o caminan, uno de los padres va delante y el otro camina detrás de las crías que van en el medio.

Es anecdótico el caso de unos gansos que establecieron su nido en una pequeña isla pequeña de una laguna en Nueva Jersey, y cada año regresaban para criar su nidada. Un verano nació sólo un gansito de sus huevos empollados, pero murió al día siguiente. Los gansos padres se lamentaron varios días y luego tuvieron que enfrentar un nuevo problema, que del bosque vecino llegaron un par de gansos con ocho gansitos. Por alguna razón no conocida, los nuevos gansos escogieron la misma granja y la misma isla para pasar su temporada; y apenas llegaron avanzaron dispuestos a pelear por su nuevo territorio. Por supuesto los gansos dueños de la isla y que estaban `primero en su territorio lucharon por conservar los derechos de ocupación, pero no pudieron derrotar a los invasores. La pareja residente ocupando se lugar, lo mantenía mientras los recién llegados gansos estaban también posesionados en un rincón con sus crías. El granjero y su señora esperaron con expectativa el amanecer del siguiente día para ver una singular batalla animal.

La sorpresa del nuevo día fue que en el lago se veía un bello y ordenado desfile encabezado por una pareja de gansos seguidos por los ocho gansitos y escoltados atrás por la otra pareja de gansos. Es decir que los gansitos no solo tenían dos padres, sino cuatro.

La paz que concertaron los gansos adultos, es quizás un enigma, pero es un acuerdo y posiblemente un dialogo desconocido para los humanos, saludable y edificante, muy equitativo por el cual los gansos adultos consiguieron para los gansitos doble protección y los gansos residentes obtuvieron nuevos hijos como reemplazo de los que perdieron.

La sabia lección de la naturaleza animal (de los gansos) nos enseña que la convivencia pacífica es la esperanza de heredar la tierra y tener el privilegio de ser llamados hijos de Dios, solo con la paz dada por Jesucristo en los Evangelios (Mat.5:5,9. Jn.14:27)
   
 Ab. M.Sc. Fernando Coello Navarro.
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