Publicidad
Para realizar análisis más críticos de situaciones o problemáticas actuales, siempre es importante conocer la historia, aunque esta se presente como un cuchillo de doble filo cuando se sobredimensiona o no se hace un justo reconocimiento a los hechos o personajes; y es ahí donde las sociedades terminamos aplaudiendo a héroes que en realidad no se lo merecen y los verdaderos héroes pasan a ser completamente ignorados.
Simón Bolívar, el libertador de las cinco naciones, no habría podido lograr la unión de la Gran Colombia si su compatriota Francisco de Miranda no hubiese pensado en la unión hispanoamericana antes que él.
Conocido como el “Primer Venezolano Universal” o el “Americano más Universal”, Sebastián Francisco de Miranda es el único latinoamericano que tiene grabado su nombre en el Arco del Triunfo y su retrato está colgado en la Galería de Nacido en el seno de una familia humilde y socialmente discriminada por ser ascendiente canario, su padre Sebastián de Miranda se esforzó por dar a sus hijos una excelente educación para mejorar su condición social, fue así que su hijo llegó a ser alumno de notables doctores de la época, como Domingo Velázquez, Francisco José de Urbina y Gabriel Lindo.
Pero la odisea comienza en el año de 1771 cuando parte a España, debido al rechazo de los mantuanos, y a partir de este acontecimiento la idea de la unidad hispanoamericana se iba concibiendo poco a poco en su mente.
Deslumbrado por el auge cultural de Madrid, empezó a autoeducarse con lecciones de matemáticas, geografía, inglés, francés, etc. y leyendo libros que incluso estaban prohibidos por la Santa Inquisición, que lo vigilaba de cerca y lo apresó varias veces, por sus ideas revolucionarias.
Gracias a su inteligencia y vasto conocimiento fue amigo cercano de ilustres personajes, como George Washington, Napoleón Bonaparte, Simón Bolívar, Catalina la Grande, José de San Martín, La Fayette, Antonio José de Sucre, Samuel Adams, Lavater, entre otros.
Su espíritu aventurero lo llevó a recorrer casi toda Europa y América, y ser pieza fundamental e indispensable de las guerras independentistas más relevantes de la historia, que son la de Estados Unidos, Revolución Francesa e Hispanoamérica.
El 15 de enero de 1795 acude al primer ministro británico Pitt para lograr la ayuda necesaria para cumplir con uno de sus mayores anhelos, una América unida desde el Misisipi hasta la Tierra del Fuego.
La campaña empieza en 1806 con la invasión de su natal Venezuela. Miranda llegó al puerto La Vela el 3 de agosto e izó por primera vez la bandera tricolor.
Cinco años más tarde, el 5 de julio de 1811, firma el Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela y en 1812 el Congreso lo nombra dictador de Venezuela.
A pesar de su coraje y valentía, Miranda no pudo resistir a las constantes deserciones de sus fuerzas, ataques de los españoles y rebeliones de esclavos, por lo que se vio obligado a firmar un armisticio con los españoles ese mismo año.
Simón Bolívar consideró este acto como una traición
y dirige a su grupo de oficiales al puerto La Guaira para apresar a Miranda.
Fue transportado a España donde permaneció encerrado en San Fernando hasta el día de su muerte, el 14 de julio de 1816, provocada por un ataque de apoplejía.
Los políticos de izquierda, que tanto hablan de la unidad americana, también han traicionado a Miranda porque no reconocen su aporte a la independencia.
Nathaly Zambrano