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Me gustó mucho el análisis de tu último artículo de El Telégrafo: “Navidad sin paz ni equidad”. Sin duda alguna, de las actuales crisis, la que tiene que ver con los preceptos éticos, que arrastra a las otras (social, ambiental...), es la más grave. Los grupos poderosos siguen otorgando prioridad absoluta al rédito antes que al bien común y al cuidado y defensa de la “casa común” .
Sin embargo, no podemos perder la esperanza. Ojalá el nuevo año nos permita realizar acciones más sensatas, a nivel mundial, regional y nacional, para lograr un poco más de equidad, de paz y de felicidad..
Particularmente te deseo buena salud, que es lo más importante, y muchos momentos agradables en unión de tu familia y amigos. Qué sigas produciendo opinión clarificadora, a través de tus artículos cortos y ensayos.
Un abrazo de
Numa P.