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Así comienza la obra magistral de Enrique Gil Gilbert, ganadora del Segundo Premio en el Concurso de Novelas Latinoamericanas de 1941, pero esta Carta al Director no es un análisis literario, sino más bien un intento de extrapolar este decir popular ecuatoriano a la crisis que vive el modelo civilizatorio actual.
Hoy en día podríamos de cierta manera modificar esta frase y decir cosas como estas: en habiendo celular, en habiendo reality shows, en habiendo shopping aunque no haya Dios. El arroz como elemento de adormecimiento de la población ha sido suplantado por otros elementos impuestos por los sistemas de alienación cultural.
Y es precisamente en este hecho de la alienación cultural donde queda la gran deuda de la Revolución Ciudadana, se han hecho carreteras, hospitales y centros de salud, unidades educativas del milenio, se promulgaron las leyes de comunicación, educación y educación superior (aún no la ley de cultura), pero el sistema hegemónico de neo-colonización cultural se mantiene intacto.
En resumen, se ha sacado a miles de personas de la pobreza, pero se los ha lanzado al inmisericorde sistema consumista sin los elementos necesarios para poder afrontarlo con firmeza.
En estos casi 10 años, se ha perdido la mejor de las oportunidades históricas para sembrar la ideología Socialista en nuestro pueblo. Cuántos beneficiarios directos de la obra pública y los servicios que presta el gobierno pudieron ser los primeros defensores del proceso, pero no se ha pensado en la formación política ni la verdadera participación del sujeto social en la construcción del poder popular.
El instrumento político oficialista, no ha cumplido su función de ser el referente de la revolución para de esa manera poder insertarse en el pueblo y junto con él fortalecer ideológicamente el proceso. Ya queda muy poco tiempo, ojalá se tomen las decisiones adecuadas y podamos asegurar la continuidad, y poder tener 4 años más para enrumbar de forma adecuada el camino hacia el Socialismo.
Lcdo. Luis Miguel Córdova Soria