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El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaratoria Universal de Derechos Humanos.
Tras este acto histórico, la Asamblea pidió a todos los países miembros que publicaran el texto de la declaratoria y dispusieran que fuera distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de enseñanza, sin distinción fundada en la condición política de los países o de los territorios.
No puede existir fecha más importante que el día que proclama la defensa de los derechos humanos, está contenido en 30 artículos.
El Estado tiene el monopolio de la fuerza limitada por la ley porque está obligado a respetarlos y garantizar a los ciudadanos que se respetarán íntegramente los derechos humanos; además, se puede extender a desarrollar nuevas leyes de mejor calidad para el Buen Vivir y mejorar las condiciones sociales, culturales, académicas y científicas.
Definitivamente tenemos que exigir que se cumpla lo establecido en la Declaración de los Derechos Humanos y demás leyes conexas que nos favorecen.
Incluso, se debería incluir Derechos Humanos como asignatura en el pénsum académico.
Atentamente
Lcdo. Ricardo Ordóñez Jaramillo