En el mundo de la política juegan dos equipos: el equipo de la derecha, que es el del neoliberalismo y de las grandes corporaciones, por una sociedad egoísta; y el equipo de la izquierda, que lucha por la solidaridad, la paz y la justicia social, en fin, por una sociedad socialista. Los resultados del juego depende del técnico y de los jugadores. Los técnicos de la derecha tienen bien claro cuál es la fuerza que los puede llevar al triunfo: el poder mediático, y lo utilizan demasiado bien, utilizando la mentira y manipulando, con el fin de sembrar la duda en los ciudadanos, que es el objetivo que buscan, y repiten tanto las mentiras que al ciudadano común logran sembrar la duda. En Brasil y en Argentina, donde han tomado el poder, lo primero ha sido cerrar dolosamente Telesur y Rusia Today, medios de comunicación alternativos al poder mediático de la derecha, que llevan la verdad, que es la fuerza que los puede destruir. En cambio, los técnicos de los equipos de la izquierda no han comprendido todavía la fuerza del poder mediático y han permitido que ese poder los destruya, como está sucediendo en los países progresistas, por no tener o no aplicar con severidad legalmente la Ley de Comunicación. No es posible que los medios al servicio de la derecha -de la cual medran- mientan, manipulen las conciencias ciudadanas y solo se les apliquen tibias medidas. Si reinciden permanentemente, la sanción debe ser más drástica, hasta la suspensión del medio, sin temor. En eso los partidos de derecha le ganan a los de izquierda. Saben por qué luchan y, para conseguir sus objetivos, no vacilan en tomar las medidas, que en la mayoría de las veces son ilegales y hasta violentas, mientras los gobiernos progresistas tienen temor hasta de aplicar sanciones legales.
A eso se debe el triunfo pasajero de la derecha, porque hay que tener la confianza de que los gobiernos progresistas a la final saldrán triunfantes porque no los mueven intereses egoístas, sino el de las grandes mayorías.
Atentamente
Luis GuiIlermo Sotomayor