Tenemos una gran tarea de hacer efectivos los derechos humanos en el terreno económico, social y cultural para los sectores postergados y rurales de nuestro país, tampoco es menos urgente en las ciudades importantes que están afectadas por la migración del hombre del campo a las grandes urbes. Habrá que trabajar con un equipo multidisciplinario con juristas, sociólogos, economistas y antropólogos para dar un vistazo de muchos programas y políticas que han quedado truncas y que hay que contribuir al avance para dar soluciones a estos problemas que presentan mayores dificultades específicamente en el tema agrario, vivienda rural, servicios públicos y comunitarios, seguridad social, nutrición, educación y la escolaridad obligatoria. El goce de estos derechos va unido a un problema de equilibrio general y al de las relaciones entre el medio y el hombre. Es menester que el Estado -ahora que está implementando un nuevo modelo de desarrollo económico y social, que hasta el momento ha logrado algunos objetivos- intensifique con una honda preocupación por la vigencia de los derechos consignados en la Declaración Universal de Derechos Humanos aplicando una estrategia global con otros organismos relacionados con el tema, dirigida a la satisfacción de las necesidades populares y del desarrollo equilibrado y armónico de todos los sectores de la economía, dando prioridad a las necesidades nacionales y la integración del país.

Efrén Roca Álvarez
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