Señor Director:

En el diario EL TELÉGRAFO del 10 de este mes, se publica a 5 columnas en la primera página: “WikiLeaks: ‘Bombita’ Rodríguez Lara nunca fue del agrado de Estados Unidos”. Y en las interiores 4 y 5 constan varias afirmaciones que no responden a la verdad. Así, se dice que “Rodríguez Lara gobernó al país desde 1974 a 1976” cuando en efecto lo hizo de 1972 a 1976. Se dice también que “el 1 de septiembre de 1975 los militares anuncian que Rodríguez Lara ya no era más presidente, que supuestamente renunció. Después se conocería que en realidad fue un golpe de Estado”. También que “si bien es cierto que en 1975 se produjo una intentona golpista encabezada por el general Galo Latorre, esta (sic) pudo ser controlada por las Fuerzas Armadas que rodearon al general golpista y lo hicieron fracasar”. Quien se alzó en armas contra el Gobierno fue el general Raúl González Alvear, que hizo su centro de mando en una funeraria cercana al palacio y que fue reprimido y dominado por fuerzas leales.

También se afirma que hubo muy mala relación con los empresarios, cuando la verdad es que hasta 1976, debido al clima de confianza que se creó, el crecimiento de la industria manufacturera y otras actividades económicas logró tasas anuales sin precedentes del 10 o más por ciento. Y hubo una relación muy fluida con las cámaras de Quito, Guayaquil y Cuenca y empresarios de otras áreas, como Manabí, a las que, en mi función de ministro de Industrias, Comercio e Integración (de febrero de 1972 a mayo de 1974) visitaba frecuentemente para resolver con celeridad problemas que afectaban a esos sectores. Se dictó, por ejemplo, la Ley de Fomento Turístico, en cuya redacción participaron los empresarios del sector, que aportaron ideas positivas para diseñar un esquema de incentivos y procedimientos de aplicación fácil e inmediata, que favorecieron el desarrollo de la actividad turística.

Por cierto, en la información referida se reconoce que el gobierno de Rodríguez Lara fue “respetuoso de los derechos individuales, casi al punto de ponerse en riesgo a sí mismo”, y que, por su orientación social, “las medidas que tomó tuvieron gran acogida en los sectores populares, campesinos e indígenas de la época”.

La relación con el Gobierno de Estados Unidos fue de mutuo respeto, pero provechosa para ambas naciones, pues permitió superar sin grandes dificultades, ni menos episodios circenses, conflictos de la importancia de la pesca ilegal por parte de barcos de bandera americana y la renegociación de los contratos de explotación petrolera.

Finalmente, en la publicación referida existe una grave e injustificable confusión entre el gobierno del general Rodríguez Lara y el del triunvirato que le sucedió en 1976, que tuvieron características notablemente distintas.

La intención del diario oficialista de publicar esta información en este momento político y económico por el que atraviesa el país y de darle el destaque inusitado de primera página a 5 columnas, e incluir en la misma edición, página 15, ‘El 68% de los chilenos considera al golpe de Estado como injustificable’ corresponde a los analistas políticos.

Atentamente

Francisco Rosales Ramos
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