Arregui y sus monaguillos

El neocolonialismo religioso tomó la palabra y los noticieros de los diarios privados (periódicos, TV) le dieron amplia cobertura.

Arregui, el obispo español del Opus Dei, no tiene derecho al aprovecharse de su función, que ya no la tiene, para dar lecciones  de democracia a los ecuatorianos. Al deslegitimar el diálogo convocado por nuestro Presidente y tomar partido por la violencia en las calles, patrocinada por la oligarquía, desconoce y echa por la borda las recomendaciones del papa Francisco, quien, en varias  oportunidades, en sus discursos y sermones, con ocasión de su visita a Ecuador, fue enfático y muy  claro al recomendar a los diferentes grupos, entre ellos a los obispos, utilizar el diálogo  como la mejor herramienta de evangelización.

Parece que el obispo del Opus Dei no ha oído ni ha entendido el  mensaje del papa Francisco o quiere  seguir, con la oligarquía  criolla, colonizando a Ecuador.

Sepa el señor Arregui y sus monaguillos que han salido a defenderle y no tienen empacho en propiciar el caos, la violencia, el golpe de Estado en contra de la democracia y del compañero Correa que, en definitiva, es conspirar contra los pobres del Ecuador, este pueblo que vive y defiende la democracia.  

Ante esta postura de la oligarquía y su padrino y mentor del Opus Dei, los ecuatorianos estamos por la democracia y por el diálogo.  No todos somos del Opus Dei ni acólitos de un obispo colonialista. Orgullosamente ecuatorianos, no necesitamos tutelaje ni consejos de un extranjero.

Dr. Ruperto García S.

Fracaso de movilización

Los gobiernos progresistas de la región sudamericana, entre ellos el de Ecuador, están amenazados por fuerzas opositoras compuestas por la más recalcitrante y reaccionaria derecha, cuyos dirigentes políticos no tienen el mínimo respaldo popular real.

Para realizar estas movilizaciones desestabilizadoras contra el gobierno del Eco. Rafael Correa se supone que hay aportaciones económicas de la CIA norteamericana y que esta organización dispone de miles de millones de dólares para desestabilizar gobiernos progresistas, en cualquier parte del planeta, para poner gobernantes fácilmente manejables y sobornables con el objetivo de que las transnacionales saqueen los diferentes recursos naturales que poseen los países del Tercer Mundo.

La derecha ecuatoriana ha utilizado malévolamente como carne de cañón a los indígenas y obreros para tratar de usurpar el poder político.

Nuestro gobierno actual ha defendido los recursos naturales y ha ejecutado las más grandes obras sociales en beneficio de todos los ecuatorianos, ha respetado en su totalidad los derechos humanos y la libre expresión de los ciudadanos, ha controlado los organismos crediticios internacionales y, por lo tanto, ha sido uno de los mejores gobiernos desde que se inició el trayecto de la vida republicana. Las debilitadas fuerzas de la derecha no quieren enfrentar a la Revolución Ciudadana en las próximas elecciones porque saben que serán derrotadas en las urnas.

Ing. Gilbert Ortega