Publicidad
Cuando la guerra en Siria se acerca a su sexto año, la producción agrícola se ha hundido y millones de personas padecen hambre.
Algunos precios se han multiplicado 300 o 600 por ciento, así que la combinación de producción y acceso está provocando una situación en la que el número de personas que afrontan inseguridad alimentaria está aumentando tremendamente.
En general, debido a la caída en la producción nacional, los precios de los alimentos en Siria se han disparado en los últimos 18 meses. Sin un aumento de la financiación para apoyar las actividades agrícolas, habrá más campesinos que no tendrán más remedio que abandonar sus tierras y desplazarse dentro del país o refugiarse en países vecinos.
Muchos agricultores en Siria continúan produciendo, pero tienen dificultades para conseguir semillas y fertilizantes. La producción ganadera también está bajo amenaza, ya que no hay pienso suficiente y los servicios veterinarios ya no funcionan.
Hay que recordar que el 63% de la fuerza laboral agrícola en Siria está compuesta por mujeres, que constituyen la columna vertebral del suministro de alimentos en el país. Rehabilitar la agricultura siria resultaría mucho más barato que importar ayuda alimentaria. Por ejemplo, $ 100 permiten a un agricultor producir 1 tonelada de trigo, mientras que es mucho más caro importar la misma cantidad de cereales.
José Graziano Da Silva
Comunicado del Director General de la FAO