Antiguo máximo dirigente de la Federación Rusa de Atletismo, Valentin Balakhnitchev, considera que existe un "peligro real" de ser perseguido por la justicia francesa por las acusaciones de dopaje y de corrupción que siempre ha negado.

Este ruso de 66 años, que también fue tesorero de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) entre 2011 y 2014, fue suspendido a perpetuidad a principios de mes por la comisión ética de la IAAF.

Está acusado de aceptar sobornos a cambio de encubrir prácticas dopantes de los atletas rusos.

Pero el que fuera máximo responsable del atletismo ruso desde la caída de la Unión Soviética en 1991 hasta su dimisión en febrero de 2015 ha clamado siempre su inocencia, asegurando incluso que hizo todo lo posible por impedir a los atletas de su país que se doparan.

"¿Qué más hubiese podido hacer yo?", se pregunta. "Tampoco iba a tenerlos de la mano todo el tiempo".

Sin embargo, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) dice estar en posesión de pruebas que incriminan a Balakhnitchev.

Dick Pound, que dirigió la comisión independiente que sacó a la luz el escándalo, asegura que estas pruebas han sido transmitidas a la justicia francesa, que pilota la investigación judicial lanzada en noviembre por la Interpol.

"Si las cosas van en ese sentido, con los documentos que el señor Pound dice haber transmitido a la justicia francesa, entonces seguro de que hay un peligro real de que sea utilizado en mi contra", asegura el exdirigente ruso.

"Tengo miedo, pero no veo nada que pudiese llamarles la atención", añadió. Sin embargo, Interpol ya ha lanzado un mandato internacional de arresto contra Papa Massata Diack, hijo del expresidente de la IAAF Lamine Diack.

La segunda parte del informe de la AMA, publicado la semana pasada, relaciona a Papa Massata Diack y a Valentin Balakhnitchev con un extraño acuerdo alcanzado en Moscú en 2012 por el que los derechos televisivos del Mundial de Atletismo de 2013 pasaron a valer de 6 a 25 millones de dólares.

La justicia francesa ha bloqueado una cuenta bancaria en la que Balakhnitchev tendría 1,8 millones de dólares. "Gané ese dinero durante 20 años. El dinero fue declarado en Rusia y no tengo el sentimiento de haber robado nada", se justifica.

El dirigente niega también las acusaciones lanzadas por Lamine Diack, en el sentido de que Rusia contribuyó financieramente en la campaña electoral del actual presidente senegalés Macky Sall para derrotar al anterior Abdoulaye Wade, en 2012.

"Lamine Diack me habló de su participación en esas elecciones y expresó su oposición al antiguo presidente. Nuestra conversación se limitó a eso", asegura Balakhnitchev, que prepara actualmente el recurso contra su sanción a perpetuidad de la IAAF, a la que critica sus "dos varas de medir".

Los responsables políticos rusos criticaron el carácter político del informe de la AMA, pero a la vez han puesto distancia con Balakhnitchev, convertido en la oveja negra del atletismo ruso. (D)