Mujer Latinoamericana Global
Como latinoamericana que soy, convencida de la riqueza de nuestra cultura, con sus diferentes raíces y vertientes, me emociona contemplar como cada vez más y en diversas latitudes, aparece el icónico rostro de Frida Kahlo, reflejado en una gran diversidad de elementos, desde chales y cuadros, imágenes en lugares hasta inverosímiles, con las características cejas pronunciadas, las trenzas, los tocados de flores, mirándonos desde cualquier lugar, sean las tiendecita y perchas de Dubrovnik en Croacia, una infinidad de calles y plazas europeas, pero también Asiáticas y, por supuesto Latinoamericanas.
Claro que sabemos que son estrategias de marketing, ventas callejeras que se benefician de la fama universal de la pintora mexicana, pero también nos dicen de la popularidad de sus obras, del impacto que su vida y sus sufrimientos causan entre personas de todas las edades, de los diferentes sectores sociales, así como también de la admiración de sus obras pictóricas.
Muchas de estas obras son autorretratos, en algunos de los cuales se advierte el sufrimiento, la referencia a los dolores físicos, a su vida personal, a las situaciones emocionales que le tocó enfrentar y que dejaron huella en su personalidad pero que no la doblegaron, por lo que siguió luchando hasta el final y sacando a relucir en su arte todo lo que su espíritu le dictaba.
Frida Kahlo se convirtió en un símbolo de lucha femenina, pero también en la riqueza de un mestizaje del que se sintió orgullosa, por eso me gusta verla conquistando los espacios que durante su vida no consiguió ocupar pero que ahora, la enorme popularidad de su pintura, cimentada en su vida, le permite acceder.
Así, Frida vuela en aras de los milagros cuotidianos y está presente en cada viento y destello, en cada razón que vuela en alas de la emoción y de la ilusión, es una figura icónica que cada día crece más y que se multiplica en escenarios jamás imaginados, pero que despiertan curiosidad y admiración.
Por eso decimos que Frida Kahlo es la más universal de las figuras latinoamericanas, las copias de sus autorretratos están en todas partes, y son muchos las que la ostentan orgullosos de un legado indiscutible.