Ecuador / Martes, 23 Diciembre 2025

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Manifiesto de Libertad

Ninguna noticia en el mundo por muy triste o feliz, pudo empañar la luz con la cual brilla, para aplaudir la valentía y el trabajo de la líder opositora venezolana María Corina Machado, Premio Nobel de la Paz 2025. Ni siquiera el triunfo de José Antonio Kast, quien arrasó en el balotaje presidencial y selló el regreso de la derecha a La Moneda al convertirse en presidente 38 de Chile, apuntalando la ola democrática en América Latina.

Desde luego, María Corina, no fue la única ausente en Oslo para la entrega del máximo galardón. Las ausencias forzadas, son el costo político del Nobel de la Paz.  Desde 1935, el patrón se repite a lo largo de décadas y al menos cinco, ni lo intentaron. Unos, por estar en la cárcel, censura, exilio o temor a represalias. En 1991, Aung San Suu Kyi, tuvo la opción de viajar porque permanecía bajo arresto domiciliario en Myanmar; decidió quedarse por temor a que la junta militar le impidiera volver, lo que habría significado alejarle de la causa democrática de su país. Su familia la representó en la ceremonia, mientras la silla vacía- símbolo de resistencia y denuncia- colocada por el Comité Nobel, recordaba las restricciones impuestas por el régimen.

Cada ausencia recuerda que la paz que se celebra en Oslo, es motivo de disputa en muchos países. En cada caso, los gobiernos buscaron limitar el impacto políticos del premio y evitar que los galardonados se proyectaran dese una plataforma global.

En este momento de la historia, es oportuno leer ’’Manifiesto de Libertad’’, hecho público por María Corina, el 9 de noviembre de este año y que a manera de preámbulo, dice:  ‘’Nosotros, los ciudadanos de Venezuela, no apelamos al poder ni al privilegio, sino a los derechos eternos que han sido otorgados a todo ser humano. De este fundamento nace la verdad: ningún gobernante, facción o fuerza tiránica puede dictar lo que es nuestro por derecho: la libertad.’’

La dignidad es el catalizador que elevará nuevamente los corazones y las mentes de los venezolanos. Una nueva Venezuela emerge de las cenizas, renovada en espíritu y unida en propósito, como ave fénix renacida:  la Tierra de Gracia protegerá nuestros derechos inalienables de futuras tiranías, dictaduras y déspotas. Nuestra libertad individual alcanzará su plenitud en una Venezuela en la que brille la libertad.

La operación de rescate, Dinamita Dorada: oro, por la medalla de 18 quilates que Machado recibió y dinamita, en homenaje al invento más famoso de Alfred Nobel, quien instituyó el premio, permite reconocer que ella es la Libertadora y por ende universal. El resto, es historia…