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La obra demandó una inversión de $ 57.235

Un laboratorio de aguas residuales operará en Otavalo

Un laboratorio de aguas residuales operará en Otavalo
26 de julio de 2015 - 00:00 - Regional Norte

A partir de septiembre de este año se creará un laboratorio especializado en análisis de aguas claras y residuales. Este centro será implementado por el GAD Municipal de Otavalo en el antiguo dispensario médico, ubicado junto a la piscina Neptuno.

Por el momento, se realizan los trabajos de adecuación del espacio físico, en un área de 270 m², con una inversión aproximada de $ 57.235.

Entre los trabajos constan: cambio de puertas, levantamiento y enlucido de paredes, instalaciones eléctricas, cambio de baterías sanitarias, colocación de cielorraso y piso de porcelanato. Estos trabajos de adecuación deben estar listos para agosto.

Una vez cumplido este plazo, se instalará un laboratorio que contará con equipos como un medidor digital portátil de pH, un turbidímetro de mesa, un medidor digitar de oxígeno disuelto, equipos de filtración, termorreactores, una incubadora, un espectrofotómetro, entre otros implementos.

De acuerdo con la página digital del Municipio de Otavalo, Milton Franco, director de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio, indicó que los equipos fueron adquiridos a un costo de $ 97.112, gracias a un convenio del GAD Municipal con el Fondo Ítalo-Ecuatoriano (FIE).

El objetivo era mejorar el mantenimiento y operación de las plantas de tratamiento de aguas residuales que funcionan en la cuenca del lago San Pablo y en otras zonas del cantón. El FIE asignó $ 610.324 no reembolsables y el Cabildo otavaleño aportó con una contraparte de $ 171.425.

El laboratorio será acreditado para que pueda dar el servicio de análisis de aguas claras y residuales a otras instituciones públicas, privadas y centros de educación superior. Al mismo tiempo, entrará en funcionamiento un área de compostaje o producción de abono con los lechuguines y la biomasa que se obtiene en las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Esta área está ubicada en la comunidad San Miguel Bajo, de la parroquia San Rafael, en Otavalo. La existencia de este laboratorio es fundamental, ya que las residuales constituyen un importante foco de contaminación de los sistemas acuáticos. (I)

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