Dos días después de que el terremoto del 16 de abril de 2016 sacudiera la Costa ecuatoriana, el argentino José Luis Lovecttio llegó a Esmeraldas. Lo hizo como voluntario de la Cruz Roja. Su trabajo consistió en brindar ayuda inmediata para las personas que estaban atrapadas entre los escombros.

Un año después, Loveccttio camina descalzo por la arena de la playa de Atacames. Viste un buzo deportivo tricolor, de esos que usan los jugadores de la Selección Ecuatoriana de Fútbol. Una gorra roja  cubre su larga melena castaña y en su mano derecha sostiene una boya roja de rescate. Y es que el argentino que permanece en el país con una visa diplomática ahora presta sus servicios en las playas de la ‘Provincia Verde’ como salvavidas.

Su jornada laboral, por la cual no recibe ninguna remuneración económica, inicia a las 07:30. A esa hora sale de un cuarto de hotel que ha sido su hogar durante un año y algunos días. Desayuna en alguna de la covachas de la zona y se dirige a la playa de Atacames, uno de los balnearios más populares de la provincia. Allí inicia su patrullaje. Cuenta que durante su tiempo de servicio ha brindado ayuda a 96 personas a las que el mar les jugó una mala pasada.

Junto a él trabajan otros 14 salvavidas municipales. Cuando hay una emergencia, todos se apoyan, pues se rigen por la Hermandad del Agua, un acuerdo internacional que tienen las personas que trabajan en el mar.

Loveccttio permanecerá en el país hasta mayo próximo. Desde los 19 años se dedicó a viajar por el mundo brindando ayuda. En su Buenos Aires natal se graduó como arqueólogo. (I)