Alluriquín, Santo Domingo de los Tsáchilas.-

La tranquilidad no retorna aún a los moradores de Alluriquín (Santo Domingo de los Tsáchilas). Tras el desbordamiento del río Damas, que dejó 4 fallecidos y 3 desaparecidos, la búsqueda de los cuerpos continúa. A ello se suma que el miércoles pasado, 48 horas después de la tragedia, el caudal del río volvió a subir y esto alarmó a los pobladores.

Las labores de búsqueda continuaban ayer para encontrar un bebé de 7 meses y 2 adultos, Medardo Andrade de 80 años y Miguel Moreno de 50.

Como la mayoría de pobladores, a la hora en que se produjo el desbordamiento del río (cerca de la 01:00 del lunes) el menor dormía junto a sus familiares. Ellos resultaron con lesiones y están asilados en un centro de salud de Santo Domingo.

Otros familiares del pequeño lo buscaron sin resultados entre los escombros del que era su hogar y esperan que los organismos de rescate lo puedan ubicar. De igual forma, los parientes de los otros desaparecidos los han rastreado sin éxito hasta ahora.

Los fallecidos son Luis Villegas Amaguaña, de 42 años; Josefina Bautista, de 5; Laila Terán de 1 año y medio, y un adulto de 50 años cuya identidad aún se desconoce. Se estima que sería un indigente que solía vivir debajo de uno de los puentes de la localidad.

El Cuerpo de Bomberos, la Unidad de Rescates y Emergencias Médicas de la Comisión de Tránsito del Ecuador y el Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional son los organismos que continúan en la búsqueda de los desaparecidos en Alluriquín.

El número de personas afectadas por el desbordamiento del río Damas llegó a 300, de las cuales 70 han perdido gran parte de sus hogares. Hasta ayer, 28  fueron acogidas en 2 albergues que se destinaron en un principio para los afectados por el terremoto: La casa de retiro Juan XXIII (allí están 17); y el Recinto Ferial de Santo Domingo (con 11).

El Recinto Ferial alojó, en total, 420 personas hasta el miércoles, lo que completó su capacidad, por lo que varios damnificados que llegaron en las últimas horas fueron trasladados a la casa de retiro.

El número de personas que ahí se alojan puede variar día a día, porque algunas optan por salir cuando tienen disponible un lugar para quedarse o donde algún familiar.

La limpieza de Alluriquín es intensa, con las maquinarias del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Santo Domingo de los Tsáchilas. Los habitantes también colaboran con palas y demás herramientas para tratar de que las cosas vuelvan a la normalidad.

También se solicitaron voluntarios para colaborar en la zona de desastre y cada día se reunirán a las 07:00 en la Prefectura de Santo Domingo, para partir hasta Alluriquín.
“Es una situación complicada, pero nosotros también debemos ser parte de la solución. Ojalá pronto podamos restablecer nuestros negocios y que el invierno no impacte tanto para que el río esté calmado”, dijo Pedro Carrera, que tiene una tienda en el lugar.

Los residentes no quieren abandonar Alluriquín, pero están conscientes del riesgo que corren al estar cerca del río Damas. Otros prefirieron dejar el lugar, temporalmente, y trasladaron sus enseres a casas de familiares u otros lugares.

El concejal Estuardo Swin consideró que es necesario expropiar unas 20 hectáreas de la zona y reubicar a los pobladores en otros lugares, por la peligrosidad que representa vivir en las cercanías del río.

Una alternativa que se analiza en la Alcaldía de Santo Domingo es reubicarlos en un lugar al norte de Alluriquín, en un sector alto de la montaña, para que los habitantes puedan vivir con tranquilidad.

La maquinaria del GAD también trabajaba ayer dentro del río Damas para reducir los riesgos ante nuevas  crecidas. La intención es prevenir que ocurra algo similar mientras dura el invierno.

Ayer se conformaron diversas comisiones para evaluar las viviendas afectadas en Alluriquín, que suman 80; de ellas, 21 están destruidas. Pero no solamente las casas fueron afectadas por la crecida del río, sino también  varias calles y la vía principal.

Los sectores Los Libres, Las Damas, Caídas de Atahualpa, Palo Quemado y Chimborazo sufrieron afectaciones en las vías. Eso provocó el cierre de la carretera principal que conecta la Sierra con la Costa: Santo Domingo-Alóag.

Hasta el cierre de esta edición, se evaluaba la situación de esa importante arteria vial para definir si es factible reabrirla. Ayer se trabajaba en la limpieza del material caído por los deslaves. La Prefectura de Pichincha informó que se realizan diversas labores de limpieza entre los kilómetros 59 y 77.

Las vías alternativas por las que los conductores pueden acceder hacia la Costa son:  Calacalí – La Independencia, Ibarra – San Lorenzo o Latacunga – La Maná.

Las clases iniciarán sin problemas

El inicio del ciclo escolar, previsto para este 2 de mayo, no variará pese a la emergencia en Alluriquín. La directora del Distrito 1 de Educación en Santo Domingo, Paola Solórzano, dijo a la prensa que los estudiantes deberán acudir a sus respectivas instituciones, ya que la infraestructura de estas no sufrió afectaciones. Se espera únicamente que la situación vial mejore para que los estudiantes y habitantes en general puedan desplazarse. (I)

MÁS PROBLEMAS EN OTRAS ZONAS

El barrio Venecia, al noroeste de Machala, la avenida 25 de Junio (una de las principales), colegios y otros quedaron bajo el agua ayer tras una torrencial lluvia de 3 horas.

En los demás cantones de El Oro hubo precipitaciones que no causaron problemas ni taponamientos de vías, con excepción de la ruta Portovelo-Salatí, la cual fue bloqueada parcialmente por un derrumbe.  

En Los Ríos y Bolívar también llovió intensamente ayer. Las carreteras: Chimbo - El Torneado y Chillanes-Bucay estuvieron cerradas debido a los aludes. Afluentes de Babahoyo, Quevedo, Ventanas y Urdaneta incrementaron su nivel.  

Varios sectores de Guayaquil soportaron un chubasco que empezó la noche del miércoles y se extendió hasta la mañana de ayer. Lo mismo pasó en otros cantones de Guayas. No hubo desbordamientos de ríos. (I)

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Hay vías bloqueadas

Ocho provincias enfrentan aludes, lluvias y crecidas

El temporal regresó con mayor intensidad durante las últimas horas en al menos 8 provincias. Deslaves, vías bloqueadas, crecidas de ríos y carreteras con la calzada mojada son el común denominador en sectores de la Costa y Sierra.

Los ECU911 de Samborondón (Guayas y Santa Elena), del Austro (Azuay y Cañar), de Machala (El Oro), de Ambato (Tungurahua y Cotopaxi), de Loja (Loja y Zamora Chinchipe), de Esmeraldas (Esmeraldas), de Babahoyo (Los Ríos y Bolívar) no reportaron desastres hasta el cierre de esta edición.

Lo que sí advirtieron las entidades, especialmente a los conductores, es que deben tomar precauciones por los aludes en varias carreteras. Solo en Chimborazo y Tungurahua se reportaron 14 horas de lluvia continua.

Las precipitaciones iniciaron alrededor de las 21:00 del miércoles y continuaban hasta el mediodía de ayer. “El río Ambato se mantiene crecido y  golpea fuerte en las riberas cerca a las quintas históricas, El Socavón, La Delicia y otros sitios”, expresó Elsy Cruz, habitante del barrio Atocha.

En Chimborazo hubo deslizamientos de tierra en la vía Guamote-Cebadas. En Tungurahua, la ruta Ambato-Píllaro se mantiene cerrada al tránsito vehicular por causa de la caída de piedras desde los taludes. En Latacunga, el chubasco y posterior granizada del martes por la tarde provocaron problemas en el sector occidental. Una quebrada ubicada en el límite de los barrios San Felipe y La Calera se desbordó. La fuerza del agua arrastró lodo, piedras y el material de locales donde venden productos para la construcción.

Las calles céntricas como Simón Rodríguez, 10 de Agosto e Iberoamericana se inundaron completamente. El Cuerpo de Bomberos atendió 5 llamadas de auxilio. No hubo grandes daños ni personas heridas. La crecida del río Pumacunchi golpeó al puente Paraguay. Maquinaria del Municipio intervino para retirar el material que impactó a esta infraestructura.

En Zamora Chinchipe el desbordamiento de la quebrada Yungachi interrumpió el paso de la ruta Zumba-La Balsa. Las pistas Loja-Zamora, Zozoranga-Cariamanga y Palanda-Zumba tenían habilitados hasta ayer solo medio carril, respectivamente, por efectos de los aludes. En cambio las carreteras lojanas que monitorea el ECU911 estuvieron habilitadas a pesar de los chubascos. En Cuenca, tras 12 horas de lluvia, los niveles de los ríos Tomebamba, Yanuncay y Machángara subieron.

Las autoridades dispusieron la vigilancia de las riberas con el fin de evitar que los ciudadanos se acerquen a pescar o lavar ropa. (I)