Nueva York ha revelado que el tenis mundial empieza a renovarse. El Abierto de Estados Unidos alumbra el ‘estallido’ de la generación que estaba por venir, detenida ante el vigor y dominio de los considerados ‘defensores del orden establecido’.

Ausente Nadal, en plena crisis Djokovic y en un aunque lento pero inevitable declinar Federer, el último Grand Slam del año presenta hoy (16:00) a dos finalistas inéditos. El japonés Kei Nishikori, décimo favorito, se medirá con el croata Marin Cilic, decimocuarto, en la que será para ambos su primera pugna directa por un título mayor.

¿Será este el punto de partida para que una nueva generación de jóvenes tenistas comience a destacar en torneos Grand Slam?
Para Raúl Viver, capitán del equipo ecuatoriano de Copa Davis, la hazaña de estos dos jóvenes tenistas tendrá repercusión en sus contemporáneos, que ya no se conformarán con jugar cuartos de final o semifinales, sino que querrán ganar títulos. “Habrá un cambio de mentalidad en los tenistas jóvenes”, analizó Viver. Desde su punto de vista, este recambio generacional se dará, no por la edad de los ‘grandes’ sino por la mejor preparación y condiciones de los jóvenes.

“El caso de Nishikori es importante porque el tenis asiático viene creciendo -en damas, una china ya ganó torneos de Grand Slam-, pero con lo que está logrando Nishikori habrá una gran explosión, realmente se está convirtiendo en una megaestrella”, dijo Viver.

El ‘Samurái’ Nishikori y el ‘Artillero’ Cilic arruinaron -ante todo pronóstico- la final soñada por los organizadores, fanáticos y cadenas de televisión, entre Djokovic y Federer. El japonés derrotó por segunda ocasión en su carrera a Djokovic. Antes del US Open, su mejor resultado en un torneo de Gran Slam fue en los cuartos de final del Abierto de Australia de 2012. La mejor actuación del croata en un ‘grande’ fue una semifinal en Australia (2010). Ganó 2 torneos este año (Zagreb y Delray Beach), llegó a la final de Rotterdam y a cuartos en Wimbledon.

La última vez que Federer y Djokovic fueron excluidos de una final de un torneo de Gran Slam fue en el Abierto de Australia de 2005. En esa ocasión el título lo disputaron el ruso Marat Safin y el local Lleyton Hewitt.

Esta será una final inédita por los 4 costados, por primera vez un jugador japonés (categoría masculina) disputará el título de un US Open, y también será la primera ocasión en que un tenista croata juegue en esta instancia en Flushing Meadows. También será la primera final de un Grand Slam en 12 años en la que ninguno de los rivales está entre los primeros 10 tenistas del ranking mundial de la ATP.

En los 5 títulos conquistados por Nishikori no figura siquiera un Masters 1.000. Tampoco en los 11 títulos de Cilic se encuentra ninguno de reconocimiento. En el caso del croata, suspendido 4 meses por dopaje el pasado otoño, se trata de un jugador de explosión tardía. El duelo que protagonizarán será el octavo entre ambos, con ventaja de 5 victorias a 2 para el tenista nipón.

Provienen de escuelas con entrenadores de prestigio

Ambos tenistas se han formado con grandes entrenadores y en prestigiosas escuelas. En el caso de Nishikori, que en 2006 jugó el torneo ATPde Guayaquil, se forjó en la Academia Bollettieri, que ha formado campeones del calado de André Agassi o María Sharapova. Michael Chang, campeón de Roland Garros en 1989 y finalista en Australia y el US Open (1996), es uno de los entrenadores.

El legendario Goran Ivanisevic, ganador de Wimbledon en 2001, entrena a Cilic, que ascendió al profesionalismo de la mano de Bob Brett, cuyo magisterio proyectó a Boris Becker y al propio Goran.

Cilic, como parte del equipo de Copa Davis de Croacia en 2010 se enfrentó al ecuatoriano, con los hermanos Giovanni y Nicolás Lapentti; al primero lo venció en singles y a ambos en el juego de dobles.