Conchita Martínez es la única española que ha ganado sobre la hierba de Wimbledon. Fue en 1994 y entonces Garbiñe Muguruza apenas tenía meses de nacida. Ahora, 21 años después, la hispanovenezolana tiene ante sí la oportunidad de emular a la capitana de la Copa Davis.    

Parece que no tiene techo en esta edición del torneo londinense. Muguruza, hija de un eibarrés y una venezolana, se clasificó ayer a la final de dicho certamen al derrotar a la polaca Agnieszka Radwanska en las semifinales por 6-2, 3-6 y 6-3.

Con solo 21 años es la primera española que llega a la final de Wimbledon desde que lo hiciera en 1996 Arantxa Sánchez Vicario. No lo tendrá fácil, pues se medirá con la número uno del mundo, Serena Williams, que derrotó ayer a la rusa Maria Sharapova por un cómodo 6-2 y 6-4. Pero ya ha hecho historia.

La hispanovenezolana Muguruza necesitó una hora y 55 minutos para derrotar a la polaca en la pista central. El juego de Garbiñe, cuyo mejor resultado hasta ahora en un Grand Slam fueron los cuartos de final en Roland Garros (2014 y 2015), ha dado un salto de calidad sobre la hierba londinense, una superficie en la que apenas había disputado 19 encuentros antes del partido de este jueves.

“Cuando empecé la gira de hierba solo pensé en querer sentirme poderosa en la pista. Quería entrenar eso, no en tener que jugar contra la pista. Ahora me siento más cómoda y voy ganando más partidos”, explicó la nacida en Guatire (Venezuela), a comienzos de semana.

En su camino a la final en Londres, Muguruza se deshizo de dos Top-10, como son la danesa Caroline Wozniacki (6-4 y 6-4) y la alemana Angelique Kerber (7-6(12), 1-6 y 6-2), además de Radwanska, finalista de Wimbledon en 2012, la suiza Timea Bacsinszky, la croata Mirjana Lucic-Baroni y la estadounidense Varvara Lepchenko.

Muguruza, la nueva ‘spanish sensation’, como la definen en Wimbledon, no acusó el miedo escénico en la cancha central de la Catedral y salió en modo arrollador ante una rival que perdió su servicio en el primer juego del encuentro. La tenista de Cracovia, a la que solo le hicieron 8 breaks en todo el torneo, sufrió dos rupturas en el primer set ante una Garbiñe intratable con su saque.

En apenas 34 minutos, la española, que se ha garantizado ser Top 10 con su pase a la final, se llevó la primera manga por un contundente 6-2 ante una Radwanska superada en todos los aspectos del juego (19 golpes ganadores de Garbiñe por 6 de ‘Aga’).

“Sabía que el partido iba a ser duro. Comencé muy bien, pero me puse algo nerviosa en el segundo set. Ella es una jugadora muy experimentada”, dijo una radiante Garbiñe al ser entrevistada tras el partido.  

El encuentro se igualó en el segundo set: la polaca varió su tenis, mejoró en defensa -su fuerte-, le devolvió el break inicial a Garbiñe e hizo que su rival aumentara de forma considerable el número de errores no forzados (8).

La española acusó los nervios y las prisas en esta manga frente a una Radwanska pausada y calculadora. Tras liderar el segundo set por 3-1, Garbiñe encajó cinco juegos consecutivos para caer por 6-3 y mandar el encuentro a la tercera y definitiva manga.

Bajo la atenta mirada del exfutbolista David Beckham, un asiduo del barrio de SW19, Garbiñe consiguió mantener la calma y darle una marcha más a su juego ante la defensa tenaz de Radwanska. Con 5-3 y servicio, el partido se decidió tras una mala recomendación del ‘box’ de Radwanska, que pidió el Ojo de Halcón para una bola buena de Garbiñe.

La capitana de los equipos españoles de Copa Federación y Copa Davis, Conchita Martínez, destacó en Twitter la valentía de Garbiñe en el punto que le entregó el pase a la final de Wimbledon, torneo en el que ella  triunfó en 1994. (I)