Tener un pasaporte estadounidense al día es indispensable para cualquier viaje internacional, ya que muchos países exigen que el documento tenga al menos seis meses de vigencia al momento de ingreso. Sin embargo, el Departamento de Estado de ese país advierte que no todos los pasaportes califican para renovación y, en algunos casos, es necesario solicitar uno completamente nuevo.

Pasaportes que deben reemplazarse

El trámite de renovación no es posible si el documento presenta daños más allá del desgaste común. Entre los casos que requieren un reemplazo completo están:

• Daños por agua, manchas o moho.
  
  

• Rasgaduras o roturas significativas.
  
  

• Marcas no oficiales en la página de datos.
  
  

• Páginas de visa faltantes.
  
  
• Perforaciones o alteraciones similares.
  
  

Si solo presenta esquinas dobladas o páginas ligeramente abiertas por el uso, aún puede renovarse.

Otras situaciones que impiden la renovación

Tampoco se podrá renovar el pasaporte en los siguientes casos:

• Fue emitido hace más de 15 años.
  
  

• Está perdido o fue robado.
  
  

• Se tramitó antes de cumplir 16 años.
  
  
• No refleja el nombre actual y no se entregan documentos que justifiquen el cambio.
  
  

¿Cómo reemplazarlo?

Si el pasaporte no puede renovarse, el solicitante debe realizar el trámite completo como si lo pidiera por primera vez:

• Completar el formulario DS-11.
  
  

• Presentar evidencia de ciudadanía estadounidense (como un certificado de nacimiento).
  
  

• Mostrar una identificación con foto válida (ejemplo: licencia de conducir).
  
  

• Entregar fotocopias de los documentos de identidad y ciudadanía.
  
  

• Adjuntar el pasaporte anterior, aunque esté dañado.
  
  

• Pagar la tarifa correspondiente (USD 195 para libreta y tarjeta de pasaporte).
  
  

Cumplir con estos requisitos garantiza la emisión del nuevo documento sin demoras, lo que permite viajar sin preocupaciones y evitar inconvenientes en aeropuertos o fronteras internacionales.