¿Tienes un apellido que suena a Italia? Tal vez no lo sabías, pero podrías tener una visa europea. En varios países del continente, incluyendo el ya mencionado, está vigente el principio de jus sanguinis —el derecho de sangre— que permite a los descendientes de inmigrantes obtener la nacionalidad si logran probar su linaje.

Beneficios

Este no es solo un trámite de papeles: significa acceso a educación, trabajo, salud y libre circulación dentro de toda la Unión Europea. Para miles de latinoamericanos con raíces europeas, representa una oportunidad de reconexión con sus orígenes y, también, una mejora sustancial en su calidad de vida.

El apellido sí importa

En Italia, el gobierno ha decidido simplificar los procedimientos para los ciudadanos de América Latina que puedan demostrar ascendencia italiana. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional (Ministero degli Affari Esteri e della Cooperazione Internazionale), existen apellidos que facilitan el proceso, pues son indicios de vínculos históricos con el país.

¿Qué apellidos son?

Algunos de estos apellidos son: Abate, Achille, Bottari, Della Giovanna, Fiore, Ricci, Vani, Zanella, entre muchos otros. Aunque tener uno de estos apellidos no garantiza la aprobación automática de la ciudadanía, sí puede acelerar el proceso si se presenta la documentación adecuada.

¿Quién puede aplicar?

Para quienes presenten su solicitud por la vía paterna, no hay límite de generaciones. Pero si el linaje es materno, el solicitante debe haber nacido después del 1 de enero de 1948.

Requisitos y pasos

Los interesados deben seguir algunos pasos básicos:

1. Ingresar al sitio web del consulado italiano correspondiente a su país.
2. Llenar el formulario en línea.
3. Confirmar su solicitud por correo electrónico.
4. Solicitar una cita para presentar la documentación que demuestre el vínculo familiar.
5. Acudir a la cita con los papeles solicitados (actas de nacimiento, matrimonio, entre otros).