Ya han pasado 20 años desde que la periodista Valeria Mena dejó su natal Calceta, en la provincia de Manabí, para radicarse en Quito.

Luego de terminar sus estudios secundarios fue electa Reina de Manabí y, tras esa experiencia, eligió la Capital para radicarse y cursar sus estudios universitarios de Periodismo.

De padre latacungueño y madre manabita, no le fue difícil adaptarse al clima frío de Quito y terminar su carrera de periodismo en la universidad San Francisco.

¿Siempre supo que el periodismo era a lo que quería dedicarse?

Sí, incluso en el colegio yo era buena para las materias de Sociales, pero estudiaba la especialidad de contabilidad y me sentía que no estaba en nada porque no me gustan los números, siempre me gustó la comunicación.

¿Qué experiencia le dejó el reinado de Manabí?

Fue una etapa importante en mi vida. Tenía 18 años de edad y durante todo un año me dediqué a la obra social, conocí todo el país y, por supuesto, mi provincia. Esa experiencia me ayudó a ser un poco más desenvuelta y me afirmó que lo que quería estudiar era comunicación.

¿Cómo se vinculó con la televisión?

Cuando estudiaba en el segundo semestre de la universidad se me presentó la oportunidad para hacer un casting en GamaTV (en ese tiempo Gamavisión) y fui escogida para animar un programa-concurso y, aunque no era lo que me llamaba la atención dentro de la televisión, aproveché la oportunidad. Incluso entré sin pago alguno porque me dijeron que no había presupuesto y que después me reconocerían.

¿Qué no le gustaba de ese espacio?

Yo soy un poco formal, entonces los programas de ese tipo no me gustaban mucho. Pero para mí fue una gran experiencia porque estuve frente a las cámaras, aprendí el desenvolvimiento y perdí el miedo escénico.

¿Luego pasó al noticiero?

Sí, Andrés Carrión creyó en mí desde un principio y me pidió participar en la mañana en el Noticiero Nacional al Aire, así que ya tengo 17 años en esa área.

¿Siempre ha trabajado como presentadora?

Así es, yo doy la cara. Lo que me gusta de mi función como comunicadora es que puedo mostrar al televidente la información de último momento y hacerle sentir al público lo que es la noticia y lo que está sucediendo. Su fuerte son las noticias,

¿Alguna vez quiso incursionar en un espacio distinto?

Es un espacio que nunca se me ha ocurrido dejar de lado, pero siempre dije que cuando apareciera una oportunidad de hacer algo nuevo tenía que ser compatible y que me permita seguir en noticias.

¿Cómo se siente con su participación en Al son de un nuevo día?

En GamaTV no teníamos una revista familiar hace 10 años, entonces no había la oportunidad de incursionar en otro tipo de cosas. Yo he estado cómoda en noticias, pero ahora que se dio la oportunidad de hacer algo nuevo, sin dejar lo informativo, no lo pensé dos veces porque es algo que no desvía lo que soy, más bien me permite exponer la otra parte de Valeria, pues siempre han visto la parte seria, pero en ‘Al son de un nuevo día’ el público ve mi papel de mujer, cómo pienso y soy como madre, esposa, amiga, con qué consejos puedo llegar o cómo soy en mi casa.

¿Alguna vez pensó en regresar a su natal Manabí?

Mi vida se quedó en Quito porque mi esposo es quiteño. Antes de entrar a la universidad ya éramos novios, y cuando yo estaba en Manabí nuestra relación duró a la distancia. Tuvimos un noviazgo de 6 años hasta que nos casamos, y ya tenemos 15 años de matrimonio. Y tenemos tres niños maravillosos que son el motor de mi vida, la mayor tiene 12 años, mi hijo 8 y la menor 3.

¿Cómo ha sido dividir su tiempo entre su carrera y sus hijos?

A ellos les encanta el hecho de que su mamá esté en televisión, pero también ha sido sacrificado para ellos mi trabajo porque yo estuve muchos años en el noticiero de la mañana, lo que no me permitía mandarlos a la escuela porque salía todos los días de mi casa a las 5 de la mañana, y desde que los acostaba no los veía hasta cuando ellos llegaban de la escuela. Pero ellos han sabido comprender esa parte de mi trabajo y lo han disfrutado.

¿Alguno se inclina también por la televisión?

a mayor tiene esa habilidad para desenvolverse en cámaras sin ningún problema, le encanta y comienza a interesarse, y si ella decide llevar la vida que yo escogí la apoyaría porque la comunicación es un mundo maravilloso, ya sea poder ejercerla en cualquier medio, como radio o televisión.

¿Le gustaría probar un medio distinto a la televisión?

Si tuviera la oportunidad de incursionar en radio, bienvenida sea.

¿Cómo es una semana en su vida?

Mis días laborales empiezan a las 5 de la mañana hasta las 2 de la tarde, a partir de las 3 me convierto en mamá. No hay nada que me saque de mi casa en las tardes porque le dedico todo el tiempo a ellos. Los fines de semana no acepto otra cosa que nos involucre a todos como familia, me gusta el sábado y domingo disfrutar con mis hijos y me convierto en todo para ellos, les cocino desayuno, almuerzo y merienda, los baño y hago todas las actividades que durante la semana no puedo hacer.

¿Algún plato favorito para cocinar?

Me gusta mucho mi comida manabita y así los hago disfrutar de mi cultura porque ellos son quiteños. Los fines de semana les hago un buen cebiche, unos ricos patacones y toda la comida de mi tierra.

¿Viaja a su tierra durante vacaciones?

Frecuentemente, nunca dejo de visitar mi tierra. Para mí Manabí está en todo momento en mi mente y mi corazón, sacarlo sería imposible porque viví tantos años allá y es un lugar que me ha dado tanto. Mantengo contacto con la gente de allá, son tan cariñosos conmigo que de alguna forma los éxitos que voy obteniendo en mi trabajo es como una dedicación a toda la fe que ellos permanentemente me la manifiestan a través de las redes sociales, siempre siento que Manabí está conmigo apoyándome; no hay feriado que no visite mi provincia, si puedo ir los fines de semana lo hago y siempre estoy pendiente de lo que allá está sucediendo.