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Talentosa, versátil y alegre, Debi Nova se ha codeado con los grandes del pop
Hace dieciséis años, cuando cursaba la secundaria, Deborah Nowalski Kader, quien en el medio artístico es conocida como Debi Nova, fue invitada a ser la corista de la agrupación Gandhi, una de las bandas de rock más famosas de su natal Costa Rica. Desde entonces, las propuestas para cantar con grupos y artistas han estado cada vez más presentes en su vida. Hace poco, fue una de las invitadas a los dos conciertos que Franco De Vita ofreció -el pasado jueves y viernes- en Ecuador.
Y en su visita al país, al que regresó por segunda vez, contó lo que fueron los inicios de su carrera. La cantante de ojos verdes relató que tras concluir la secundaria en un colegio de Estados Unidos, país al que viajó con solo 16 años cumplidos y con el sueño de convertirse en una artista, ingresó a la Universidad de California, UCLA, donde se le presentó una nueva oportunidad: cantar con Sérgio Mendes.
“Unos de mis compañeros de curso me dijo que audicionara para integrar la banda musical de Sergio. Me eligieron para ser vocalista invitada de su álbum Timeless y luego lo acompañé en su gira por Estados Unidos y Japón, así fue como conseguí mi primer contrato de publicación/edición de canciones”, relata con entusiasmo la cantante, de 25 años.
Precisamente, trabajar con el músico brasileño la condujo a conocer a uno de los integrantes de Black Eyed Peas, William -productor del disco Timeless-, con quien forjó una estrecha amistad que la llevó en 2001 a trabajar con la banda. Debi compuso Latin Girls y, además, fue la intérprete del tema, que compone el álbum Elephunk, nominado a un premios Grammy.
Tres años más tarde, de aquella amistad surgió la oportunidad de trabajar con Ricky Martin. Ella cuenta que el puertorriqueño necesitaba una chica para que cantara en inglés y español, y allí fue que intervino su amigo William, quien la recomendó. Luego de eso, relata, Martin la invitó a hacer duetos en dos temas de su álbum Life: Qué más da y Drop It On Me, y posteriormente, a participar en los videoclips de ambos sencillos. Además de eso, le propuso en 2004 ser la corista en su gira por América Latina. Una que le permitió visitar por primera vez Ecuador.
Algo similar ocurrió hace dos años cuando conoció a Franco De Vita. “A él lo conocí por la disquera Sony en España y surgió la idea de ser parte de su disco Primera Fila para interpretar a dúo el tema Si quieres decir adiós. Después ya en enero grabamos un concierto en Miami y me invitó a la gira Mira más allá, que ha sido una bendición en mi vida y mi carrera musical”, dice la cantautora que es hija de José Abraham Nowalski Rowinski y Raquel Kader Lechtman, ambos judíos de origen polaco.
Pero ellos no son los únicos artistas con los que Debi se ha codeado. Sean Paul, Marck Ronson, Belinda, el desaparecido grupo RBD y Beto Cuevas fueron algunos de los cantantes para los que ha compuesto.
“Cada paso me conectaba con el otro, siempre con la idea de lanzarme como solista”, comenta. Algo que justamente se dio en 2004 con la aparición de One rhythm, un tema dance que se ubicó como número uno en la lista de música de la Billboard en Estados Unidos.
Ya en 2010, Debi presentó su primera producción “Luna nueva”, un disco en spanglish en el que mezcla el blues, bossanova, jazz, pop y hip hop. Una fusión a la que ella denomina tropical soul. “La música no tiene límites, ni género, para mí solo hay buena música o con la que no conecto”, asegura la cantautora que aprendió a tocar piano a los cuatro años y también domina la guitarra y el bajo.
De este material, que fue coproducido por el argentino Gustavo Santaolalla (compositor de la música para películas como Brokeback Mountain, Babel y Diarios de Motocicleta), se desprenden Drummer boy, We were young y Corazón abierto, tema que interpretó durante el recital que ofreció De Vita.
La cantante, que practica surf desde los 15 años -vive en una ciudad costera de Costa Rica entre Santa Mónica y Tamarindo- y hace yoga, adelantó que para marzo próximo empezará a trabajar en la producción de su segundo material discográfico, que según ella, será completamente en español. Es la historia de la carrera de Debi Nova, una latina que ha estado marcada por el continuo reconocimiento a su talento.