Ecuador / Domingo, 12 Octubre 2025

¿Y cómo mismo es que llama?

Punto de vista

Era claro que desde el inicio de lo que es la tercera temporada de la versión ecuatoriana de Yo me llamo, subtitulada acertadísimamente ‘La revancha’, debía haber favoritos, ya que entre un 85 y 95% participan los imitadores de las dos primeras temporadas. El subtítulo justifica también el cambio total del jurado que, a excepción de Pamela Cortés, que había sido jurado invitada o reemplazante, fue duramente criticado y rechazado por los fanáticos del reality. Revisando al azar cinco de los contrapantallas de las penúltimas galas, los resúmenes que emite el programa Jarabe de pico, las galas del 9 y 10 de octubre, además de las emisiones de Lo mejor de Yo me llamo. La revancha, del 4 y 11 de octubre, se percibe que el jurado es o demasiado entusiasta con ciertas presentaciones o muy benévolo.

Como se lo dicen los jurados muchas veces a los participantes: “No estás disfrutando”. Y es que, en ocasiones, ciertas interpretaciones no generan nada; y otras veces la duración del programa y los extensos bloques de publicidad -que denotan su buena audiencia al parecer-, lo tornan aburrido. Es que ya lo vimos en las dos temporadas anteriores. Lo del contrapantalla que podría parecer lo más novedoso que se ha hecho en Yo me llamo. La revancha es claramente -como se puede observar en clips regados en YouTube- parte del formato original concebido por Caracol Televisión. Incluso a unos participantes ya se los ve hasta en la sopa, o mejor dicho, en el encebollado, porque aparecen casi todos los sábados como invitados o números musicales en Lo mejor de Yo me llamo. La Revancha.

Mire de cerca las relaciones de presentadores, reporteros y jurados con Enrique Bunbury, Víctor Manuelle, Ricardo Arjona, Olga Tañón. El requisito de parecerse lo más posible al artista es a la vez una bendición y tiranía. Bendición porque les permitirá a una serie de cantantes, sobre todo intérpretes aunque también imitadores consumados (para lo primero están Bunbury y Lavoe y para lo segundo Sandro) consolidar su carrera musical. Maldición porque puede tanto costarles su eliminación injusta del programa como su salud física y mental, lo último se nota con fuerza en Olga Tañón. Las barras en vivo y la presencia en redes sociales, con más fuerza en Facebook, no parecen ser la prueba necesaria y suficiente de que Yo me llamo La Revancha cuenta con tanta audiencia como las dos temporadas anteriores.

En cámara falta más picante, más sabor, todo el mundo es buenito y santurrón. Tampoco se quiere villanos intolerables que hagan llorar a todo el mundo y que nada les guste, pero es que las críticas técnicas que solían venir mucho de Pamela Cortés ahora son prácticamente mínimas. Incluso Donato Poveda, que es el juez internacional de amplia trayectoria y por ello se cree que el más imparcial, se ha unido al ‘todo es bueno y bonito’. Solo Andrea la ‘Fresita’ Ortiz trata de mantenerse siempre seria y distante antes de dirigirse a los participantes, pero muchas veces todos bailan o siguen con un canto silencioso las presentaciones de los imitadores. Lugar para polivoces e imitadores hay y siempre habrá en el mundo artístico nacional, ¿pero cuándo se permitirá que surjan nuevos cantautores, intérpretes de varios géneros, crooners o los llamados showman?